Antes de comprar un collar de feromonas antiestrés para gatos, debes de considerar los pros y los contras que este aditamento tiene que ofrecer a tu minino. Tal vez solo necesite estimulación mental, un poco de jugueteo y mimos, pero recuerda que no hay nada como una decisión informada y respaldada por el veterinario de cabecera de tu felino.
Empecemos por explicar qué son las feromonas. Las feromonas son señales químicas inodoras e incoloras que son específicas de cada especie, esto significa que los productos creados para gatos no funcionarán en perros y viceversa, además, cada tipo de feromona envía un mensaje de tranquilidad específico a la mascota.
¿Qué es un collar de feromonas?
Los collares con feromonas son accesorios en los que algunas compañías usan diferentes feromonas, pero estas son feromonas artificiales que imitan cosas como las feromonas que los gatos liberan cuando se frotan la cara contra algo y las feromonas que una gata madre libera cuando amamanta a sus gatitos. Dado que hay múltiples marcas de este tipo de collar, las feromonas pueden variar entre marcas.
¿Cómo funciona el collar de feromonas?
Los perros y los gatos pueden beneficiarse del uso de feromonas calmantes de diferentes maneras. Por ejemplo, las feromonas calmantes pueden ayudar a los perros que tienen problemas ocasionados por los ruidos fuertes, especialmente en el caso de tormentas y fuegos artificiales, donde los ruidos se combinan con destellos y explosiones de luces que asustan a los perros. Mientras tanto, en los gatos las feromonas calmantes también son útiles para hacerlos sentir seguros y protegidos, ya sea cuando están solos o en presencia de otros gatos desconocidos.
Básicamente, lo que hace el collar de feromonas para gatos es reducir los niveles de estrés. Si bien las feromonas calmantes pueden ayudar con muchos problemas en perros y gatos, no funcionan para todos los problemas potenciales o problemas de comportamiento que tu gato puede estar experimentando.
Pros y contras de usar collares antiestrés para gatos
Irritación de la piel
La irritación de la piel asociada con estos collares es extremadamente leve y, aunque es el efecto secundario más común, sigue siendo un problema poco frecuente. Es más probable que ocurra en gatitos con problemas de piel preexistentes. Este es el efecto secundario más común observado con los collares calmantes. Generalmente, esto ocurre cuando el collar se pone demasiado apretado, causando fricción contra la piel y el pelaje.
Asfixia o ahorcamiento
Para los gatos que trepan mucho y pasan tiempo al aire libre, un collar calmante probablemente no será apropiado o seguro para ellos, y es probable que tampoco sea efectivo. Para la mayoría de los gatos de interior, los collares calmantes son seguros, pero debes asegurarte de no ponerlos demasiado apretados. A decir verdad, sea de feromonas o no, a los gatos les cuesta un poco de tiempo familiarizarse con ellos, y en el intento de querer quitárselo pueden sufrir asfixia.
Desconfianza
Aunque el miedo o la desconfianza no está específicamente asociado con los collares calmantes, sí lo está con los collares en general. Los gatos que no están acostumbrados a usar un collar pueden tener una respuesta de miedo cuando se les pone uno por primera vez. Esto puede provocar el efecto contrario al que se busca y eventualmente que se vuelvan agresivos.
Para algunos gatos, solo tomará paciencia, tiempo y refuerzo positivo con caricias, y palabras suaves para ayudarlos a acostumbrarse a usar un collar. Algunos gatos pueden negarse completamente y entrar en pánico hasta el punto de causar lesiones cuando se intenta ponerles uno. Estos últimos probablemente se beneficiarán más de un tipo diferente de calmante.
En el peor de los casos, no hace efecto
Los collares calmantes son extremadamente efectivos para algunos gatos, mientras que para otros son completamente ineficaces. No hay garantía de que tu gato experimente calma al usar un collar calmante. Si tu gato no experimenta alivio de la ansiedad con el uso de un collar calmante, no significa que haya algo mal con tu gato o su capacidad para oler o metabolizar feromonas. Al igual que algunas personas no experimentan alivio efectivo con algunos medicamentos mientras que otras sí, en los gatos es igual.