Que los gatitos son muy tiernos no es ninguna novedad para nadie. Estas auténticas mini bolas de pelo pasan por todo un periodo de gestación. Pero, ¿sabes cómo se produce este proceso? Pues antes de que los gatitos lleguen al mundo para hacer morir de amor a cualquier humano, son embriones y su mamá-gata necesita mucho apoyo. Es todo un ciclo para que nazcan perfectos y sanos. Sabemos que el embarazo gatuno genera muchas dudas y, pensando en ello, hemos elaborado una completa guía para que lo entiendas todo al respecto. La veterinaria Cynthia Bergamini, de São Paulo, también nos contó más sobre el embarazo de las gatas y dio algunos consejos.
¿Cuál es el intervalo de celo y el tiempo de gestación de la gata?
Dado que las gatas se consideran grandes animales reproductores, las hembras suelen tener muchos celos a lo largo del año, que suelen durar unos 10 días y se producen cada dos meses. Si tu gata no está esterilizada, es muy probable que acabe embarazada, entre otras cosas porque sus hormonas se desbocan literalmente durante este periodo. Para quien se pregunte cuánto dura el embarazo de una gata, suele ser de dos meses (de 63 a 65 días).
¿Cómo saber si tu gata está preñada?
La veterinaria Cynthia Bergamini explicó algunos signos que pueden ayudarte a identificar si tu gata está embarazada o no. Ve lo que dijo:
- Mamas rosadas y más grandes;
- Crecimiento de un pelaje fino alrededor de las mamas;
- El abdomen empieza a crecer alrededor de las cuatro semanas de gestación: primero aumenta en la zona de detrás de las costillas y luego en el resto del cuerpo;
- Agrandamiento de la vulva;
- Mayor necesidad de cariño;
- Necesidad de estar cerca de sus tutores;
- La gata se vuelve más asustadiza con otros animales, al fin y al cabo, ya está empezando a desarrollar el instinto de proteger a sus gatitos.
¿Cómo confirmar el embarazo de una gata?
Si sospechas que tu gatita está preñada, la confirmación puede hacerse con algunas pruebas. Según Cynthia, una de ellas es la ecografía, que se realiza a partir de la tercera semana. Otra forma de estar seguro de si la gata está preñada o no, según la veterinaria, es con un test de hormonas placentarias, que es el menos común. A partir de los 45 días de gestación, también es posible realizar una radiografía.
Gata preñada: ¿cuántos gatitos a la vez?
Una gata puede tener aproximadamente seis gatitos por gestación, pero este número puede variar. Si sólo hay un gatito, llamado feto único, se desarrolla mucho más, ya que es el único que se alimenta de su mamá felina. Por otro lado, el feto puede incluso perjudicar al gatito, ya que pesará más de lo normal. En algunas situaciones, es necesario someter a la gata a una cesárea. Para ello, es importante consultar a un veterinario.
Embarazo: las gatas pasan por algunos procesos hasta el nacimiento de los gatitos
- Primeras 36 horas: tras el apareamiento, los óvulos empiezan a aparecer en el útero de la gatita;
- Día 2 a 3: los óvulos son fecundados;
- Entre los días 12 y 14: los óvulos se convierten en embriones, también llamados blastocistos. Es también en esta fase cuando se forma la placenta, que se encargará de nutrir a los gatitos hasta el momento de su nacimiento;
- A partir del día 26: en esta fase, ya es posible sentir a los gatitos en el vientre de la gata. Sin embargo, todavía son muy pequeños y se están formando los órganos principales, por lo que aún no se puede saber con certeza cuántos bebés hay;
- A partir del día 35: “Los embriones se convertirán en gatitos y crecerán bastante hasta el segundo mes de gestación. En esta fase alcanzan aproximadamente dos tercios de su peso ideal”, explica la veterinario. En esta fase del desarrollo, ya es posible palpar a los gatitos e incluso saber el número de gatitos con sólo tocar el vientre. Después de este período, los gatitos seguirán creciendo, hasta aproximadamente el día 60 de la gestación, cuando estarán listos para nacer.
Gata preñada: la mascota necesita cuidados específicos
Una gata embarazada merece cuidados especiales. Lo primero de lo que deben preocuparse los tutores es de la alimentación: al principio del embarazo, sentirá más hambre de lo normal, por lo que necesita alimentarse bien para que los gatitos crezcan sanos. Conviene consultar con el veterinario un alimento adecuado para cubrir todas las necesidades nutricionales que requiere el embarazo; el médico también puede recomendar el uso de algunas vitaminas.
A medida que los gatitos se desarrollan, empiezan a comprimir el estómago de la gata. Como consecuencia, acaba comiendo menos. Durante este periodo, el veterinario puede recomendar cambiar de nuevo los snacks. Según Cynthia, las gatas gestantes deben estar vacunadas de antemano y también haber recibido tratamiento antiparasitario y antipulgas. El entorno debe ser tranquilo y cómodo para la felina embarazada.
Gata preñada: ¡el instinto maternal dirige a la gata durante el parto!
No hay forma de saber exactamente cuándo va a nacer tu gata, pero puedes tomarle la temperatura. Si su temperatura es inferior a 39º, que es lo ideal, es señal de que los gatitos van a nacer. El parto de una gata no suele requerir intervención humana. Ella sabe exactamente lo que tiene que hacer: cuando esté a punto de traer al mundo a los gatitos, buscará un lugar seguro y cómodo. La expulsión del tapón mucoso, acompañada de un líquido blanco o amarillento y un lamido excesivo de la vulva, es la señal de que el parto está a punto de comenzar.
La gata tendrá pequeñas contracciones que le ayudarán a expulsar a los gatitos de su vientre a través de la vulva. Saldrán unidos por el cordón umbilical dentro de la bolsa amniótica, que la gata momia abrirá con su propia boca. Después, limpiará a los gatitos para que aprendan a respirar. Para cada gatito hay una placenta y la gata suele comérselas todas después del parto.
El parto de los gatitos puede durar al menos seis horas. El tiempo que tardan en salir los gatitos puede variar, dependiendo de los cuidados que la madre tenga con cada uno. Los gatitos tardan entre 30 y 60 minutos en nacer. El parto termina cuando la gata es capaz de levantarse, andar, interactuar y cuidar de sus gatitos. No es normal que una gata dé a luz en dos días, así que si han pasado 24 horas y tu gata no ha parido a todos sus gatitos, llévala inmediatamente al veterinario.
Si no es extremadamente necesario, no toques a los recién nacidos. La gata puede rechazar a los gatitos porque huelen diferente y esto puede ser perjudicial para su desarrollo, sobre todo cuando están mamando por primera vez. Los gatitos necesitan tomar la primera leche de su madre, llamada calostro, que es una leche rica en nutrientes que proporcionará anticuerpos a los recién nacidos.
Gata preñada: el posparto y los cuidados de la nueva mamá son importantes
Aunque la gata sabe perfectamente cómo dar a luz a su propio bebé, en algunos casos puede haber algún gatito que no se haya desarrollado correctamente o incluso restos de placenta. Es importante observar a la gata después del parto: fiebre, náuseas, falta de apetito y movilidad reducida pueden ser algunos signos.
Algunas curiosidades sobre los gatitos
- Suelen perder el cordón umbilical hacia el quinto día de vida y empiezan a oír en menos de nueve días;
- Abren los ojos a los 15 días;
- Al principio, la madre tiene que estimular a los gatitos para que hagan sus necesidades lamiéndoles los genitales;
- Alrededor de las diez semanas, los gatitos empiezan a alimentarse solos;
- Todos los gatitos nacen con los ojos azules y sólo cuando son mayores aparece su color definitivo.
Gata preñada: la esterilización impide la reproducción y tiene beneficios para la salud
Esterilizar a un gato es la única forma de evitar que los felinos se reproduzcan. Además de reducir el número de animales, teniendo en cuenta que hay muchos en las calles y refugios esperando un hogar, promueve beneficios para la salud y previene algunos comportamientos. “La esterilización evita peleas, reduce las fugas, acaba con el periodo de celo en las hembras, reduce o elimina el comportamiento de marcar territorio. En las gatas, además, reduce la posibilidad de tumores mamarios”, añade la veterinaria.
Algo muy importante es no recurrir a inyecciones para que las gatas no se queden preñadas o no entren en celo. “Las gatas pueden ser susceptibles de sufrir un problema de cáncer de mama con el uso de estas vacunas. La progesterona no debe utilizarse en gatas, ya que puede favorecer infecciones uterinas, diabetes, crecimiento anormal de las mamas y tumores”, concluye Cynthia.
Redacción: Júlia Cruz