¿Alguna vez te has despertado en medio de la noche con la sensación de que alguien te observa, solo para descubrir que es tu gato, sentado tranquilamente a centímetros de tu cara? Si eres dueño de un felino, es probable que hayas experimentado este curioso comportamiento. Pero, ¿por qué lo hacen?
Buscando calor y comodidad
Los gatos son amantes del calor, y tu cara es como un pequeño radiador para ellos. Cuando duermes, tu cabeza emite una cantidad considerable de calor, lo que convierte tu almohada en el lugar perfecto para acurrucarse. Además, tu respiración crea una zona cálida y húmeda que a muchos gatos les resulta irresistible.
Marcando su territorio
Ya sabemos que los gatos son muy territoriales, ¿verdad? Pues bien, acercarse a tu cara mientras duermes es una forma de marcarte como suyo. Al frotar su cara contra la tuya o simplemente estar cerca, están dejando su olor en ti.
Buscando atención y afecto
A veces, tu gato simplemente quiere pasar tiempo contigo. Durante el día estás ocupado trabajando, cocinando o viendo la tele, pero cuando duermes estás quieto y disponible. Para tu gato, es el momento perfecto para acercarse y disfrutar de tu compañía.
Curiosidad felina
Los gatos son criaturas curiosas por naturaleza. Les intriga todo lo que hacemos, incluso dormir. Observarte mientras duermes puede ser fascinante para ellos. Tus movimientos, los sonidos que haces, incluso tus sueños, todo esto puede ser un espectáculo interesante para tu felino.
Rutina y costumbre
Si tu gato ha desarrollado el hábito de dormir cerca de tu cara, puede que simplemente esté siguiendo una rutina. Los gatos son animales de costumbres y, una vez que encuentran un lugar cómodo para dormir, es probable que vuelvan a él noche tras noche.
¿Deberías preocuparte?
En general, que tu gato duerma cerca de tu cara no es motivo de preocupación. De hecho, muchos dueños de gatos lo consideran una muestra de afecto. Sin embargo, si te molesta o te impide dormir bien, aquí tienes algunos consejos:
1. Proporciona a tu gato un lugar cómodo para dormir en tu habitación, como una cama para gatos o una manta suave.
2. Juega con tu gato antes de acostarte para cansarlo y que duerma en su propio espacio.
3. Si todo lo demás falla, considera cerrar la puerta de tu habitación por la noche (pero prepárate para posibles maullidos de protesta).
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.