La alimentación de nuestro minino es una preocupación constante y es crucial, y día a día nos encontramos en la búsqueda para conocer qué alimentos son seguros para ellos. Una de las dudas más constantes es si los gatos pueden comer tomate, y aquí te lo explicamos.
¿El tomate seguro para los gatos?
Los tomates, especialmente cuando están maduros, son un alimento común en muchas dietas humanas. Sin embargo, cuando se trata de alimentar a los gatos, la seguridad de este fruto puede ser motivo de preocupación. Según la Dra. Jennifer Coates, veterinaria y autora, "los gatos son carnívoros obligados, lo que significa que su dieta debe estar basada principalmente en carne, y ciertos vegetales y frutas pueden ser perjudiciales para ellos".
En este caso, los tomates verdes y las partes de la planta del tomate (tallos y hojas) contienen solanina y tomatina, dos compuestos que son tóxicos para los gatos y puede causarles vómitos, diarrea, letargo y, en casos graves, problemas cardíacos y respiratorios.
Un estudio publicado en el "Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition" destaca que "la solanina es un alcaloide tóxico que puede afectar el sistema nervioso y digestivo de los animales, incluyendo a los gatos". Por lo tanto, es esencial mantener a los gatos alejados de plantas de tomate y tomates inmaduros.
En contraste, los tomates maduros son menos tóxicos y en pequeñas cantidades pueden no causar daño significativo a los gatos. Sin embargo, aunque estos no son tan peligrosos como los verdes, no tienen ningún valor nutricional significativo para los gatos y es mejor evitarlos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) también señala que "los alimentos de la familia de las solanáceas, como los tomates, pueden causar problemas digestivos en las mascotas, por lo que es prudente no incluirlos en su dieta".
Alternativas de verduras seguras que pueden comer los gatos
Si deseas proporcionar alimentos frescos y saludables a tu gato, hay muchas alternativas seguras. Las zanahorias, los guisantes y las calabazas son opciones que pueden ser beneficiosas en pequeñas cantidades, pues dichos vegetales pueden ofrecer fibra y vitaminas adicionales sin el riesgo asociado a los tomates.