El dulce de leche es un postre delicioso y muy popular en muchas partes del mundo, pero ¿es seguro que los gatos lo consuman?
Según un estudio publicado en la revista Feline Medicine and Surgery, los gatos tienen una capacidad limitada para procesar los carbohidratos y azúcares presentes en los alimentos. "Los gatos son carnívoros obligados, lo que significa que su sistema digestivo está diseñado principalmente para procesar proteínas y grasas, no carbohidratos", explica la doctora Jennifer Coates, veterinaria y experta en nutrición felina.
El dulce de leche, al ser un producto rico en azúcares, puede causar problemas gastrointestinales en los gatos, como diarrea, vómitos e incluso pancreatitis. "Debido a la alta concentración de azúcar, el dulce de leche es un alimento que no debería ser consumido por los gatos, ya que puede afectar seriamente su salud", advierte la doctora Coates.
Además, el dulce de leche también contiene lactosa, un azúcar presente en la leche que muchos gatos no pueden digerir adecuadamente, lo que puede provocar malestar estomacal e incluso deshidratación.
En palabras de la doctora Katy Nelson, especialista en medicina felina: "Los gatos no tienen la capacidad de procesar los azúcares y carbohidratos presentes en el dulce de leche. Consumir este tipo de alimento puede generar problemas de salud a corto y largo plazo en los felinos".
Si bien es tentador compartir este postre con tu amigo felino, los expertos recomiendan evitar hacerlo. En su lugar, es mejor ofrecerles alimentos especialmente formulados para gatos, ricos en proteínas y grasas, que cubran sus necesidades nutricionales sin poner en riesgo su salud.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.