Definitivamente, este es uno de los mitos que, aunque tienen cierta evidencia, dependen mucho del contexto en el que se dé la situación. Si bien los perros pueden tener cierta rivalidad con los gatos, esto se debe a que no han crecido con un minino en casa o al menos en su contexto cercano, sin embargo, esta rivalidad ocurriría también con otros perros o especies. Sin embargo, no es tan fácil de resumir, aquí en Patas en Casa te decimos si es un mito o realidad. Será o no cierto que los perros y gatos se odian.
¿De dónde surge la rivalidad entre perros y gatos?
La rivalidad entre perros y gatos es larga y milenaria, y hoy en día damos por sentado que tanto gatos como perros no se llevan bien y serán enemigos hasta el final de sus días. Incluso esta enemistad ha trascendido a los humanos y nos hemos divididos sobre los team perros o team gatos; el típico “yo soy más de gatos o soy más una persona de perros”. Dado que los gatos y los perros son especies diferentes, difícilmente podemos esperar que se conviertan en amigos rápidos y duraderos, incluso desde los distintos hábitos que cada uno tiene.
Para empezar a entender la antigua rivalidad entre gatos y perros, primero debemos recordar que son especies diferentes con rasgos, personalidades y hábitos contrastantes. Estas dos especies muy diferentes nunca serían amigas en la naturaleza. De hecho, los perros en un entorno salvaje verían naturalmente a los gatos como presa. Manadas de perros salvajes o lobos serían muy propensas a perseguir y matar gatos y gatitos. Los gatos, por su parte, ven a los perros como una amenaza muy real. De hecho, esta amenaza a veces está justificada.
Motivos por los que existe esta rivalidad entre perros y gatos
- Naturaleza: como se mencionó, los gatos y los perros no se llevan bien en la naturaleza. Por esta razón, es más probable que sean enemigos acérrimos que mejores amigos. No hay mucho que podamos hacer respecto a la naturaleza, pero podemos ayudar a suavizar las cosas.
- Hábitos: los gustos y rutinas diarias de los gatos y los perros son increíblemente diferentes. Los gatos son en gran medida animales nocturnos y dormirían todo el día si pudieran. También son cazadores solitarios y viven solos en la naturaleza. Los perros, por el contrario, son criaturas diurnas que cazan y viven en manadas. Los perros son estereotípicamente amigables y leales, mientras que los gatos son conocidos por ser más independientes y distantes. Tanto los gatos como los perros tienden a tener una persona favorita en el hogar y esto definitivamente puede causar problemas si es la misma persona.
- Diferencias entre especies: los gatos son presa para especies más grandes como los perros, pero actúan como depredadores para especies más pequeñas como ratones, pájaros y ratas. Dado que tanto los perros como los gatos son depredadores carnívoros, pueden enfrentarse entre sí ya que sus instintos de caza se superponen e intersectan.
- Entornos hostiles: a veces, los gatos y los perros no se llevarán bien. Esto es especialmente cierto si uno o ambos animales han experimentado un entorno hostil antes de mudarse con sus amorosos dueños. Tu cachorro puede no apreciar a un nuevo amigo felino, o viceversa, lo que puede llevar a la agresión de uno o ambos animales. Los gatos y los perros no comparten señales de comportamiento, lo que es un gran factor en su antagonismo mutuo.
¿Los perros y los gatos pueden llevarse bien?
Aunque puede parecer difícil de lograr, los gatos y los perros pueden vivir juntos, no solo como compañeros de habitación, sino como los mejores amigos. Una de las mejores maneras de lograr esta relación es invertir tiempo y paciencia en el período de introducción entre las dos mascotas, incluyendo la socialización. Aquí te dejamos unos tips que definitivamente harán que tu gato y perro se lleven bien.
- Es mucho más fácil presentar gatos y perros entre sí cuando son jóvenes. Los cachorros y gatitos que se conocen en la infancia pueden convertirse en amigos de por vida gracias a su impresionabilidad a esta edad. Cuando las presentaciones tardías son necesarias, los dueños pueden necesitar ser más creativos o armarse de una dosis extra de paciencia.
- Las primeras impresiones entre perros y gatos son muy importantes. Asegúrate de que tanto el gato como el perro estén bien alimentados, hidratados, saludables y descansados antes de presentarlos. Tanto los perros como los gatos, al igual que algunas personas, pueden estar muy malhumorados a primera hora de la mañana, así que evita programar encuentros demasiado pronto.
Un recién llegado a tu hogar puede no sentirse seguro y protegido durante las primeras semanas. Asegúrate de que el perro o el gato tenga un espacio seguro propio. Esto podría ser un lugar alto y cómodo para un gato o una jaula amueblada para un perro. Mantener estos espacios seguros durante toda la vida de ambas mascotas ayudará mucho a mantener los conflictos al mínimo.