El llanto en los perros es una de las maneras en las que estos expresan emociones y necesidades. Puede ser una señal de incomodidad, ansiedad o hasta un problema médico subyacente. Si tu perro ha comenzado a llorar más de lo normal, es importante observar el contexto y actuar con prontitud para determinar la causa.
El llanto de un perro puede ser provocado por diversas razones. Entre las más comunes están:
- Dolor o incomodidad física: Una lesión o enfermedad puede ser la causa de que tu perro exprese dolor a través del llanto. Por ejemplo, molestias articulares, dolores dentales o enfermedades internas pueden desencadenar este comportamiento. Según la doctora Pamela Perry, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Cornell, “los cambios en el comportamiento de un perro, como llorar de forma excesiva, suelen ser una de las primeras señales de que algo no está bien físicamente”.
- Ansiedad por separación: Los perros son animales sociales y pueden sentirse angustiados si se quedan solos por largos periodos de tiempo. Este tipo de ansiedad puede manifestarse mediante lloriqueos, ladridos o comportamientos destructivos.
- Falta de atención o aburrimiento: Si tu perro no está recibiendo suficiente estimulación mental o física, puede intentar llamar tu atención llorando. Esto suele suceder si no se cumplen sus necesidades básicas de ejercicio, juegos y socialización.
- Hambre o sed: Aunque parece obvio, a veces un perro llora simplemente porque necesita algo básico, como comida o agua.
- Causas emocionales: El miedo, el estrés por ruidos fuertes o situaciones desconocidas pueden llevar a que los perros lloren como forma de expresión emocional.
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Pasos a seguir si tu perro llora más de lo normal
- Evalúa su estado físico: Examina a tu perro para identificar si tiene heridas visibles o si muestra sensibilidad en alguna parte de su cuerpo. Si no encuentras nada evidente, es recomendable llevarlo al veterinario para descartar problemas de salud.
- Observa su entorno: Analiza si hay algo en el ambiente que pueda estar causando su llanto, como ruidos fuertes, cambios en el hogar o incluso la ausencia de un miembro de la familia.
- Aumenta su actividad: Incrementa la cantidad de tiempo que pasas jugando o paseando con tu perro. Esto no solo lo ayudará a liberar energía acumulada, sino que también fortalecerá su vínculo contigo.
- Consulta a un especialista en comportamiento: Si el llanto persiste y no hay causas físicas, un especialista en comportamiento animal puede ayudarte a identificar problemas emocionales o de ansiedad que puedan estar afectándolo.
Ignorar el llanto de un perro puede agravar la situación, especialmente si se trata de un problema médico. Según la doctora Katherine Houpt, profesora emérita de la Universidad de Cornell, “los cambios repentinos en el comportamiento de los perros, como un incremento en el llanto, no deben ser tomados a la ligera, ya que podrían ser un indicador de algo más serio”.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.