Su nombre suena intimidante incluso para nosotros, pero algunos especialistas que se dedican al entrenamiento de perros, recomiendan su uso para casos muy específicos. Hoy te vamos a contar qué es collar de castigo para perro, un accesorio que se recomienda solo en caso de ser necesario. Recuerda asesorarte antes de hacerlo.
¿Qué es un collar de castigo? Los collares de castigo básicamente le provocan una incomodidad física o incluso del dolor para enseñarle a un perro qué no debe hacer, sin embargo, no es la mejor opción. Si bien pueden suprimir el comportamiento no deseado, no le enseñan al perro cuál es el comportamiento adecuado y pueden crear ansiedad y miedo, lo que conllevaría a la agresividad
Tipos de collares de castigo para perro
Collar de castigo de cadena: también conocido como collar de estrangulamiento, este collar está hecho de eslabones de metal y está diseñado para controlar a su perro apretando alrededor del cuello de su perro, una herramienta de entrenamiento a menudo dolorosa. Una de las peores partes de este accesorio, es que, no hay manera de controlar cuánto aprieta la cadena de estrangulamiento, por lo que es posible estrangular a tu perro aún accidentalmente.
Collar de púas o pellizco: el lazo que se ajusta alrededor del cuello de tu perro está hecho de una serie de eslabones metálicos en forma de colmillo, o puntas, con puntas romas. Cuando se tira del lazo de control, las puntas pellizcan la piel suelta del cuello de tu perro.
Collares de choques: los collares de choque utilizan corriente eléctrica que pasa a través de los puntos de contacto de metal en el collar para darle a su perro una señal eléctrica. Esta señal eléctrica puede ir desde una leve sensación de cosquillas hasta un golpe doloroso. Los collares de choque pueden venderse como dispositivos de entrenamiento, aunque cada vez más empresas los están sacando del mercado.
¿Es bueno o malo usar el collar de castigo?
Sophia Yin, veterinaria y experta en comportamiento animal, comenta que estos collares pueden causar daños físicos y psicológicos en nuestros peludos amigos. "Los collares de castigo pueden provocar lesiones en el cuello, la tráquea y la columna vertebral", advierte la doctora Yin. Y no solo eso, también pueden generar miedo y ansiedad en nuestros perros.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Veterinary Science analizó el impacto de diferentes tipos de collares en el bienestar de los perros. Los resultados fueron claros: los perros que usaban collares de castigo mostraban más signos de estrés y comportamientos negativos que aquellos con collares normales o arneses.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.