El comportamiento de los perros al oler la orina de otros perros es natural y cumple funciones importantes en su comunicación y comprensión del entorno. Aunque para los humanos este hábito puede parecer peculiar, para los perros es una de las formas principales de obtener información clave sobre otros miembros de su especie.
Los perros tienen un sentido del olfato extraordinariamente desarrollado, con hasta 300 millones de receptores olfativos, comparado con los aproximadamente 6 millones que posee el ser humano. Esta capacidad les permite analizar y procesar detalles complejos de olores que nosotros no podemos detectar. La doctora Sophie Jackson, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Bristol, explica que “al oler la orina de otros perros, un perro puede captar detalles sobre el género, la edad, la salud e incluso el estado emocional del otro perro”. Este análisis rápido les permite decidir cómo reaccionar ante la presencia de otro animal, ya sea con interés, precaución o indiferencia.
Además, esta conducta se debe a una glándula especial conocida como el órgano vomeronasal o el órgano de Jacobson, ubicada en el paladar del perro. Este órgano les permite analizar feromonas, que son señales químicas presentes en la orina y otras secreciones. Estas feromonas transportan mensajes complejos que ayudan a los perros a entender aspectos de la identidad y el estado del otro animal.
Otra razón por la que los perros huelen la orina de otros es para entender la jerarquía y los territorios en su entorno. En la vida salvaje, los perros y otros caninos marcan sus territorios con orina para comunicar su presencia y delimitar espacios. Cuando un perro huele la orina en un área determinada, obtiene información sobre qué perros han pasado por allí, si el lugar está frecuentado o si pertenece a algún perro dominante.
Este comportamiento también ayuda a establecer vínculos de comunicación entre los perros. Según el doctor Manuel Pérez, veterinario y experto en etología canina de la Universidad Autónoma de Barcelona, “los perros son animales sociales que dependen en gran medida de la comunicación no verbal. A través del olfato, pueden conocer las intenciones de otros perros sin necesidad de contacto directo”. Esto es particularmente importante en áreas donde los perros no están en contacto directo pero necesitan establecer límites y reconocer los territorios de otros perros.
La importancia de la rutina olfativa
Permitir que un perro tenga el tiempo de oler durante sus paseos puede ser beneficioso para su salud mental y emocional. Olfatear los alrededores y los rastros de otros perros les permite mantenerse activos cognitivamente y explorar su entorno de forma segura. La rutina olfativa ayuda a reducir el estrés y proporciona un estímulo mental necesario para su bienestar general.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.