Todos hemos escuchado a alguien en la vida decir que los perros huelen el miedo, sobre todo cuando están en medio de una pelea o tienen conductas un poco agresivas. Pero, ¿alguien sabe si los gatos tambien huelen el miedo? Aquí en Patas en Casa te contamos si lo hacen.
¿Los gatos "huelen" el miedo?
El dicho de que huelen el miedo no es literal, es una referencia a que pueden percibir el miedo, y resulta que sí. Además de acercarse a ti cuando estás melancólico o algo similar, los gatos pueden percibir el miedo y otras emociones. ¡No solo los perros!
Los gatos sienten todo lo que hay a su alrededor, al ser depredadores y presas, necesitan ser conscientes de su entorno para cazar y evitar a los animales que los están cazando. Viven en un estado de alerta la mayor parte del tiempo por lo que sus sentidos están muy afinados.
De acuerdo con información revisada por la médica veterinaria Lauren Demons experta en comportamiento animal, nosotros los humanos demostramos señales visuales y auditivas de que tenemos miedo y a simple vista otros humanos no podemos percibirlo, pero otros felinos sí como los siguientes signos:
Falta de aliento
Hiperventilación
Aumento de la frecuencia cardíaca
Sudoración y escalofríos
Mariposas en el estómago
Temblando
Los mininos al tener sus sentidos tan agudos junto con ayuda de sus bigotes sensoriales, pueden percibir señales emocionales de nosotros en nuestro lenguaje corporal, desde expresiones faciales, el tono de la voz si se torna ansioso o tenso. Además, si notas que tu gato te está vigilando es para saber cómo reaccionar mejor a la situación.
¿Qué hará mi gato si me ve asustado?
Usualmente se mimetizan, es posible que tu gato también se asuste (incluso más si ambos están reaccionando a lo mismo que los asustó. Los gatos también asocian tus acciones con tus emociones. Por ejemplo, si abrazas a tu gato cada vez que estás triste, esperarán un abrazo cuando vean que te sientes triste.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.