Si convives con un gato, es probable que hayas notado que pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, especialmente durante los meses de invierno. Esto puede generar la duda de si realmente el clima influye en sus hábitos de sueño y si los gatos duermen más cuando las temperaturas bajan. La respuesta corta es sí, aunque no se debe únicamente al frío, sino a una combinación de factores que incluyen su comportamiento instintivo, la menor exposición a la luz solar y la búsqueda de comodidad.
Durante el invierno, la cantidad de luz solar disponible disminuye, lo que afecta el comportamiento de muchos animales, incluyendo los gatos. Los felinos tienen un ritmo circadiano que regula su ciclo de sueño y vigilia, el cual depende en gran parte de la luz solar. Cuando los días se hacen más cortos y las noches más largas, sus cuerpos pueden interpretar la disminución de luz como una señal para descansar más tiempo.
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El doctor John Bradshaw, investigador de la Universidad de Bristol y experto en comportamiento felino, menciona que "la falta de luz natural en invierno altera los ciclos de actividad de los gatos, quienes tienden a ser más activos durante el amanecer y el atardecer". Con menos luz disponible, es natural que los felinos domésticos adopten un patrón de sueño más prolongado. Esto explica por qué se les ve acurrucados y durmiendo durante la mayor parte del día en los meses fríos.
Otro motivo por el cual los gatos tienden a dormir más en invierno es la conservación de energía. A pesar de estar adaptados a la vida doméstica, los gatos todavía retienen comportamientos instintivos de sus antepasados salvajes, quienes necesitaban conservar energía durante los periodos de frío y escasez de presas. Dormir más tiempo les permite reducir su gasto energético y mantenerse calientes cuando las temperaturas descienden.
Además, el sueño prolongado les ayuda a mantener su temperatura corporal. Los gatos buscan lugares cálidos y confortables en el hogar, como cerca de calefactores, radiadores o en mantas, para dormir de forma placentera. Esta búsqueda de calor no solo les permite descansar mejor, sino que también minimiza el riesgo de perder energía adicional por el frío.
Cambio de hábitos y comportamiento
Es importante mencionar que el aumento en las horas de sueño no es motivo de preocupación, siempre y cuando el gato mantenga una alimentación adecuada y una conducta activa en los momentos en que está despierto. Sin embargo, si notas un cambio drástico en su comportamiento, como apatía extrema o falta de interés en el entorno, es recomendable consultar a un veterinario para descartar problemas de salud.
El doctor Carlo Siracusa, veterinario especialista en comportamiento animal de la Universidad de Pensilvania, señala que "los cambios en los patrones de sueño de los gatos pueden ser normales durante el invierno, pero también podrían indicar alguna condición subyacente si se acompañan de otros síntomas como pérdida de apetito o cambios en la interacción con su dueño".
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.