Seguramente has visto en la calle a los perros de raza Lhasa Apso, unos canes con un pelo de ensueño, pero no solo eso, con una personalidad tan adorable que los vas a amar.
El Lhasa Apso es una raza de perro pequeña originaria de los monasterios y palacios del Tíbet, donde era valorada como canes guardianes y símbolos de buena suerte.
De hecho, “Lhasa” se deriva de la capital tibetana y “Apso” significa “perro de pelo largo”. Por algo es que son tan queridos por los monjes budistas, quienes los ven como los animales que albergan las almas de los lamas antes de reencarnar. Interesante, ¿no?
Los Lhasa Apso se distinguen por su pelaje largo, denso y lujoso. Su pelo cae como cascada que cubre todo su cuerpo. Los colores del pelaje varían desde los tonos dorados, miel, hasta los gris y blanco. Aunque son pequeños de estatura, oscilan entre los 25 y 28 centímetros y pesan de 5 a 8 kilos, esta raza es robusta y bien proporcionada.
¿Cómo cuidar el pelo de un Lhasa Apso?
Siguiendo con el tema de su pelaje, tienes que saber que requiere de mucha dedicación y cuidado regular para lucir siempre hermosos. Acá algunos tips:
- Cepillado diario porque su pelo se enreda y se forman nudos. De preferencia, usa un cepillo de cerdas suaves, pues así su cabellera estará libre de enredos. Como extra, usa aceites naturales para resaltar su belleza.
- Baños regulares. Se recomienda que lo hagas cada dos semanas con champú suave específico para perros. Tal como lo haces cuando te bañas, debes enjuagar bien para evitar que queden residuos e irriten su piel.
- Corte de pelo. Muchos dueños prefieren el “corte de cachorro” que consiste en reducir la longitud de su pelaje por temas prácticos. Para que el baño y el cuidado sea más rápido.
Ir al médico. Como verás, es muy importante cuidar su pelaje. Pero también es importante revisarles las orejas, los ojos y las patas para evitar infecciones o problemas de salud. Como siempre, ve con los veterinarios.
Este pelaje tan hermoso y de ensueño que tienen combinan con su temperamento. El Lhasa Apso es reservado, distante con los extraños, pero es sumamente leal y afectuoso con su familia.
Son perros inteligentes, siempre alertas y valientes. Así que si buscas un perro guardián, esta raza es perfecta.
Su “pero” es que son tan independientes que son tercos, lo que se traduce en un entrenamiento pesado, pues deberás ser muy paciente y consistente.