La idea de que las perras pueden "juzgar más" que los machos puede sonar curiosa, pero estudios recientes en el comportamiento animal han arrojado luz sobre las diferencias entre los géneros en los perros, particularmente en cómo procesan la información y responden a su entorno social. Aunque "juzgar" es una interpretación humana, el comportamiento de las perras parece tener matices que podrían percibirse de esa manera.
Las perras juzgan más que los machos
Una investigación publicada en la revista Animal Cognition analizó cómo los perros reaccionan ante personas que ayudan o se niegan a ayudar a sus dueños en distintas tareas. Los resultados mostraron que tanto machos como hembras pueden distinguir entre comportamientos prosociales (ayudar) y antisociales (no ayudar). Sin embargo, las hembras parecían mostrar una mayor aversión hacia las personas que actuaban de forma negativa.
Por otro lado, un estudio del Journal of Veterinary Behavior en 2020, destacó que las perras suelen ser más sensibles a las expresiones emocionales humanas y tienden a evaluar las situaciones con mayor detalle antes de responder. Esto no significa que estén "juzgando", sino que podrían estar tomando decisiones basadas en una percepción más profunda de las señales sociales.
Diferencias en el cerebro de las perras y los machos
Las diferencias de comportamiento entre perras y machos pueden estar relacionadas con la biología. El cerebro de las hembras tiende a ser más receptivo a las señales sociales debido a influencias hormonales como el estrógeno. Este rasgo podría hacer que sean más observadoras y selectivas en sus interacciones.
Según la doctora Juliane Kaminski, experta en cognición animal, las hembras de muchas especies muestran una mayor atención a los detalles sociales como parte de su rol evolutivo en el cuidado de las crías. Esto podría explicar por qué las perras parecen evaluar con mayor precisión a las personas y otros animales.
¿Qué significa esto en el día a día?
- Mayor sensibilidad social: Las perras suelen ser más conscientes de los cambios en el comportamiento de sus dueños y las personas a su alrededor. Por ejemplo, podrían evitar a alguien que fue agresivo o mostró conductas negativas.
- Más selectividad: Es posible que las perras sean más reservadas al interactuar con extraños, especialmente si perciben una actitud sospechosa o amenazante.
- Aprendizaje relacional: Las hembras tienden a recordar mejor las experiencias negativas, lo que puede influir en cómo se comportan en situaciones similares en el futuro.
¿Es esto exclusivo de las perras?
Aunque las perras pueden mostrar estos comportamientos de forma más notable, no significa que los machos no sean sensibles o capaces de interpretar señales sociales. Las diferencias tienden a ser sutiles y dependen también de la personalidad individual del perro, más allá de su género.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.