Seguro más de una vez entraste en pánico cuando estabas acariciando o jugueteando con tu perrito y descubriste que tenía la panza muy caliente; seguro pensaste que era temperatura. ¿Pero cómo saberlo; sus patas deben estar a la misma temperatura, sus orejas, la cola? ¿Cómo saberlo sin un termómetro rectal?
Sí, así como lo leíste y por si eres tutor primerizo, la temperatura en perros y gatos se toma por la zona anal, pero sin conocimientos previos seguramente será bastante complicado tomarla sin ayuda de un veterinario. Cualquiera que sea la circunstancia por la que tengas que asegurarte de la temperatura de tu canino, te enseñamos la forma correcta de medirla desde casa para saber si puedes estar tranquilo o acudir al veterinario de inmediato.
Empecemos por las grandes diferencias; pese a que sus temperaturas corporales normales son más altas que las nuestras, es fácil detectar si son demasiado altas o bajas. Según la guía de referencia de temperatura rectal del Manual Merck de veterinaria, los rangos habituales son 38,1-39,2 °C para los gatos y 37,9-39,9 °C para los perros.
Esto nos puede ayudar a inferir que una temperatura superior a la normal, podría indicar un golpe de calor, infecciones o enfermedades inflamatorias sistémicas. Mientras que una temperatura debajo del rango usual podría ser señal de hipotermia, exposición a los elementos de invierno, la entrada de sufrir un shock, una baja de azúcar, desnutrición u otra enfermedad grave del sistema.
¿Cómo saber si debo medirle la temperatura a un perro?
Si un perro o gato se notan aletargados, más callados de lo normal o muestren un cambio respecto de apetito u otros comportamientos normales, puede ser un buen indicador de que es hora de medir la temperatura. Medir la temperatura corporal podría ayudar a decidir si tienes acudir con el veterinario, usualmente se debe llamar primero para que él o ella te den indicaciones.
Paso a paso para tomar correctamente la temperatura
- Necesitarás un termómetro digital rectal (no oral) para medir la temperatura de tu perro.
- Puedes utilizar los termómetros diseñados para humanos en caso de no tener uno de uso veterinario, pero infórmalo al especialista.
- Empieza por sujetar correctamente a tu perro, si es entre dos personas, mejor para que una pueda sujetar la cabeza de la mascota y mantener su cuerpo inmóvil mientras la otra sostiene la cola para introducir el termómetro.
- Puedes utilizar comida o juguetes como distracción.
- Ahora sí, aplica una cantidad de vaselina o lubricante del tamaño de un guisante en el extremo del termómetro, introdúcelo en el recto (una pulgada es suficiente). Luego, espera el sonido y listo.
- Si tu perro está muy tenso o consideras que no puedes hacerlo tú solo, es mejor que acudas con un profesional.
No obstante, sus patas y orejas pueden indicarnos que tienen una temperatura elevada. Si se encuentran extremadamente calientes, es sumamente probable que tenga fiebre, aunque nunca está de más recordar que si se la tomas después de que este haya realizado alguna actividad podrías llegar a obtener hasta 40 °C, una vez que se estabilice su temperatura estará normal.
Desafortunadamente, no existe otra forma en la que podamos tomar la temperatura de los perros o gatos y que sea completamente certera, es por eso que nunca está por demás tener la información a la mano, aunque sabemos que es un proceso que puede parecer desafiante para los tutores y sobre todo cuando de gatos se trata; en este caso te recomendamos ir directamente con su veterinario. ¡Ahora sí, estás listo con todo lo que debes saber sobre tomas de temperatura caninas!