Probablemente alguna vez ya viste un perro montado a otro en el parque, a una almohada, al sofá e, incluso, a la pierna de alguien. Pero lo que mucha gente no sabe es que este comportamiento canino – que puede ser tan vergonzoso a veces – es algo normal tanto en perros machos como en hembras y no siempre está relacionado al deseo de aparearse. Esta conducta de subir a otros animales y simular el acto sexual puede suceder por una serie de razones diferentes, como estrés, dominio e, incluso, diversión. El acto también puede indicar algunos problemas de salud y comportamentales. Mira a continuación los principales motivos que llevan a una perra a montar a otro perro, hembra o macho.
Cuando la perra alcanza la madurez sexual
Los perros alcanzan la madurez sexual entre los 6 y 10 meses de vida, aunque puede variar de animal a animal. Mientras la pubertad canina está marcada por el primer estro en las hembras, los machos pueden presentar cambios de comportamiento, como actitudes posesivas y territorialistas (que también pueden ser vistas en las hembras).
Hasta el pasaje a la vida adulta de perro, es común ver ambos géneros montando a personas, objetos y otros animales con propósito sexual y estimulación genital. El acto de montar también puede venir acompañado de un lenguaje corporal “de coqueteo”, como cola levantada, caricias con las patas y posición de “arco” para jugar.
Tedio, ansiedad y falta de atención
Si una perra suele quedarse sola por un período largo o no hay distracciones y juguetes para perro suficientes en casa, puede comenzar a montar a otros perros o cosas como respuesta al tedio que siente. Para corregirlo, el tutor debe reservar un tiempo en el día para los juegos y caminatas. Interactuar con el animal y darle una rutina ayudan a reducir el tedio o la ansiedad.
El estrés puede ser una de las explicaciones para que la hembra quiera montar a otro perro
Varios motivos pueden estresar a una perra, como una nueva mascota en la casa, un bebé, cambios de ambientes o alteraciones en la rutina del tutor. Y cada animal responde al estrés de una manera diferente. Las hembras pueden usar el acto de montar como una forma de aliviar el nerviosismo.
Dominio social: la perra va a mostrar que es ella quien manda.
En perras adultas y mayores, especialmente en lugares donde hay varios animales que comparten el mismo espacio, el acto de montar a otros perros puede servir a propósitos sociales o reforzar jerarquías entre ellos. En otras palabras, eso quiere decir que algunas perras pueden subir a otros perros como una manera de ejercer dominio y mostrar que ellas son las que mandan en casa.
Entusiasmo y diversión influyen en este comportamiento canino.
Al conocer a un perro o a una persona, la perra puede entusiasmarse y comenzar a montar al nuevo “amigo” o a algo que esté cerca. También es posible que la perrita sólo tenga este comportamiento con el propósito de jugar con el recién llegado. Generalmente, los tutores no deben preocuparse por eso, excepto si la escena avergüenza o si el otro animal está visiblemente perturbado.
Problemas médicos: ¡estate atento con la frecuencia con la que la perra monta a otros perros!
Cuando una perrita está montándose a todo lo que está a su alrededor y con una frecuencia excesiva, más que la habitual, esto puede alertar sobre algún problema más grave. En algunos casos, el comportamiento puede estar relacionado a infecciones de las vías urinarias, incontinencia, dolores en la región genital y alergias en la piel. Al percibir esta situación, el tutor debe llevar al animal al veterinario de su confianza.
¿El acto de montar puede disminuir después de la castración de la perra?
Muchos tutores notan que el acto de montar es más frecuente cuando la hembra está en celo, especialmente el primero. Castrarla puede reducir su deseo de subir a otras perras, especialmente si sólo presenta este tipo de comportamiento en el estro o alrededor de otros animales en ese período. Sin embargo, hasta las hembras castradas pueden mostrar esta conducta de vez en cuando - ya que, como vimos, existen varias causas para este comportamiento canino.
Redacción: Guilherme Segal