Cómo educar a tu mascota sin caer en la trampa de la carita de “yo no fui” es una de las preguntas más retadoras a las que nos podemos presentar. ¿Quién se puede resistir a esos ojitos que nos hacen derretirnos de ternura? Hoy te vamos a compartir los mejores consejos que nos han servido para no caer en esa tierna trampa.
Cómo educar a tu mascota sin caer en la trampa de la carita de “yo no fui”
Lo primero que tienes que hacer es elegir específicamente para qué lo quieres entrenar; para comer, para ir al baño en una área designada o que avise para salir de paseo o a hacer sus necesidades, incluso puedes entrenarlo para que se acostumbre a ser bañado o que le corten sus garritas. Todo puede ser entrenable, pero la base es la misma: el entrenamiento positivo.
Recompensar a tu perro por su buen comportamiento suena bastante simple, ¡y lo es! Pero para practicar la técnica de manera efectiva, necesitas seguir algunas pautas básicas:
- El tiempo correcto es esencial cuando se utiliza el entrenamiento con refuerzo positivo. La recompensa debe ocurrir inmediatamente (dentro de unos segundos) del comportamiento deseado, o tu mascota puede no asociarla con la acción adecuada.
- Los perros no entienden oraciones. Una vez que tu perro esté realizando el comportamiento de manera consistente, comienza a añadir la palabra "siéntate" o "abajo" en un tono de voz calmado y trata de no repetir la palabra. Mantén las señales verbales cortas y sencillas.
- La consistencia es clave con el entrenamiento de refuerzo positivo, también significa siempre recompensar el comportamiento deseado y nunca recompensar el comportamiento no deseado.
Cuándo dar golosinas
Cuando tu mascota esté aprendiendo un nuevo comportamiento, recompénsalo cada vez que demuestre ese comportamiento. Esto se llama refuerzo continuo. Una vez que tu mascota haya aprendido de manera confiable el comportamiento, debes cambiar a refuerzo intermitente.
- Al principio, recompensa con una golosina cuatro de cada cinco veces que haga el comportamiento. Con el tiempo, recompensa tres de cada cinco veces, y así sucesivamente, hasta que solo estés recompensando ocasionalmente. No disminuyas las recompensas demasiado rápido o tu perro podría frustrarse o confundirse.
- Continúa elogiando cada vez, aunque una vez que tu perro haya aprendido el comportamiento, tus elogios pueden ser menos entusiastas.
- Varía la frecuencia con la que proporcionas la recompensa para que tu perro no descubra que solo tiene que responder cada dos veces, por ejemplo. Tu mascota pronto aprenderá que si sigue respondiendo, eventualmente obtendrá lo que quiere: tus elogios y una golosina ocasional.
¿Por qué utilizar el entrenamiento positivo?
El entrenamiento con refuerzos positivos significa entrenar con recompensas que van desde una golosina, palabras de festejo o un juguete. Le das a tu perro algo que quiere cuando hace algo que tú estás buscando que aprenda o haga en su entrenamiento, luego es más probable que se comporte de esa manera en el futuro.
La ciencia ha demostrado que el entrenamiento basado en recompensas es la mejor manera para que los perros aprendan.
Entrenar con recompensas es divertido y ayuda a construir un vínculo positivo entre el perro y el tutor.
Los tutores que entrenan usando recompensas reportan menos problemas de comportamiento en sus perros.
El entrenamiento basado en recompensas puede ayudar a construir confianza y animar a los perros a pensar por sí mismos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.