Una encuesta publicada en marzo de 2024 publicada por Cifras y Conceptos en colaboración con el Instituto Humboldt y la Universidad de los Andes, reveló que en 2011, 38% de los hogares colombianos tenía mascotas, para 2018 la cifra ya iba en 50% y en 2024 es del 57%, lo que podría significar algo bueno si nos referimos a la adopción de animales de compañía.
Sin embargo, el 40% total de los tutores ha experimentado algún tipo de conflicto en su entorno residencial por el simple hecho de tener animales. Es decir, uno de cada cinco hogares dice haber sufrido problemas de convivencia por sus mascotas.
¿Cuáles son los motivos del disgusto?
Aunque un gran porcentaje de la población es amante tanto de perros como gatos y otro tipo de especies, hay una buena parte de la población que no disfruta de escuchar ladridos, maullidos, perros paseando sin bozal o correas, heces de perros sin recoger y que de plano, algunas razas son rechazadas por la creencia que se tiene de lo peligrosas que pueden llegar a ser. De acuerdo con el diario El País Colombia, Nathalia Caballero de 37 años, siente un amor profundo por los animales. Tiene cuatro perros y esto provocó que pese a sus esfuerzos para adaptar la convivencia, tuviera que mudarse por el acoso excesivo ocasionado por la tenencia de los perros.
“Nos hicieron tanto acoso que la verdad ya era invivible. Ya no soportaba más. Incluso, el perrito se empezó a estresar de que yo ya no lo sacaba tanto. Se lamía mucho las patas y se arrancaba el pelo”. -Declaró Natalia para el diario El País Colombia
Legalmente los animales están respaldados
Oscar Jiménez Mantha, subdirector de atención a la fauna del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá, señala que los problemas de convivencia relacionados con los animales de compañía son, en realidad, “situaciones de intolerancia”.
“Ellos son seres vivos”, destaca Jiménez, citando un pronunciamiento de la Corte Constitucional que resalta que no se puede ir en contra de la esencia de los perros, la mascota preferida por los colombianos. “Es propio de la naturaleza de los perros ladrar, y no es razonable exigirle a sus dueños que lo impidan, estén pendientes del momento en que lo hacen o regulen la intensidad de los ladridos”, aseguró el alto tribunal en la sentencia T-119 de 1998.
Ahora los perritos caminan con miedo
Picos, un perro de raza american bully fue asesinado el 12 de mayo, Día de la Madre, sus tutores lo sacaron al parque de barrio Moralba, en el suroriente de Bogotá, como era su costumbre. Allí se encontraba otro hombre con su perro. Al ver que Picos se acercaba a la otra mascota, lo apuñaló en el pecho y lo mató. Argumentó que Picos parecía un perro peligroso, que debía estar amarrado, con bozal. Sin embargo, la raza american bully no está catalogada como potencialmente peligrosa, la clasificación legal que obliga a usar el dispositivo de protección. Así que sus tutores interpusieron una denuncia ante la Fiscalía, donde esperan recibir justicia para Picos.
¿Qué es lo que debería hacer entonces?
Lo que se pide a los tutores de las mascotas es seguir el proceso regular, y en caso de tener inconvenientes; presentar el caso ante el comité de convivencia de su edificio o conjunto, y solo luego buscar ayuda de la policía. En este caso respaldarse de las leyes de protección animal, si es que aplican.