Nadie va a negar que ver a tu perro tiritar abruma porque no sabes si es normal o es que esté enfermo. El objetivo de esta nota es justamente explorar las razones por las cuales lo hacen, las más comunes y cuándo es hora de ir con el veterinario.
Causas comunes del tiriteo en perro
- Definitivamente el frío es la causa más simple y común. Los perros con pelaje corto o pequeños de tamaño suelen ser más susceptibles al frío. Es por ello que recomiendan que a estos canes se les abrigue con un suéter en épocas de bajas temperaturas. Si tiembla en estas épocas, puede ser un sinónimo de frío.
- También puede tener miedo o ansiedad y su manera de demostrarlo es temblando. Los ruidos fuertes, cohetes, tormentas o rayos pueden provocar que se alteren. Pero cuidado, si lo hacen muy seguido es hora de ir con el veterinario, pues la ansiedad desencadena estrés. Esto lo puedes ver cuando jadea, gime o se esconde.
- Algunos perros, cuando están emocionados de ver a su dueño o después de jugar con otros peludos, pueden temblar. Pero tranquilos porque es normal. Todo estará bien si no lo hace en exceso.
- El dolor también provoca que los perros tiemblen. Si tu mascota tiene una lesión, artritis u otras condiciones médicas, es probable que tiemble debido al dolor. En este caso, debes llevarlo al veterinario para que le realice las pruebas exactas. Algunos otros signos de dolor son el letargo, cojera o cambios de comportamiento.
Tiriteos que no son normales en perros
- Las enfermedades neurológicas pueden causar temblores en perros como la encefalitis, la epilepsia y otras afecciones del sistema nervioso central. De acuerdo con diversos estudios, los temblores que no están relacionados con la temperatura, la emoción o el dolor deben ser evaluados por un veterinario para detectar problemas neurológicos.
- La hipoglucemia o el que tenga los niveles bajos de azúcar en la sangre también es una causa común de temblores, especialmente en cachorros y razas pequeñas. Los perros con hipoglucemia pueden presentar temblores, debilidad y desorientación, y necesitan atención médica inmediata.
Debes tener mucho cuidado con los temblores que van acompañados de letargo, pérdida de apetito, vómitos, diarrea o cambios en el comportamiento. Si detectas eso, así como la frecuencia de los temblores, es hora de acudir a un veterinario para que lo evalúe.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.