El moquillo es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los perros, y sus consecuencias en la salud pueden ser graves e incluso incurables. Esta enfermedad ataca el sistema respiratorio, digestivo y nervioso, y se propaga a través del contacto directo con animales infectados o superficies contaminadas. Aunque es más común en cachorros y perros no vacunados, cualquier perro puede estar en riesgo.
Síntomas y complicaciones
Los primeros signos del moquillo incluyen fiebre, secreción nasal, tos, pérdida de apetito y diarrea. A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer síntomas más graves, como convulsiones, parálisis y daño neurológico permanente. El doctor Juan Pérez, especialista en medicina veterinaria, explica que "los perros que sobreviven al moquillo pueden presentar secuelas neurológicas de por vida, como tics nerviosos y dificultades motoras, lo que afecta su calidad de vida considerablemente".
El daño al sistema nervioso central es una de las complicaciones más temidas, ya que puede ser irreversible. En estos casos, los perros pueden desarrollar problemas de equilibrio, temblores continuos y otros trastornos neurológicos. Además, la infección del moquillo también debilita el sistema inmunológico, haciéndolos más propensos a otras enfermedades secundarias que agravan su condición.
Te podría interesar: ¿Existe el moquillo en gatos?
Tratamiento y cuidados
No existe un tratamiento específico que elimine el virus del moquillo. Los veterinarios se enfocan en tratar los síntomas y brindar soporte al sistema inmunológico del perro. Los cuidados incluyen la administración de líquidos intravenosos para evitar la deshidratación, medicamentos para controlar las convulsiones y antibióticos para prevenir infecciones secundarias. Sin embargo, el éxito del tratamiento depende de la etapa en la que se diagnostique la enfermedad y del estado general del perro.
Según la doctora Ana López, veterinaria especializada en enfermedades infecciosas, "los perros con un diagnóstico temprano y un sistema inmunológico fuerte tienen más posibilidades de sobrevivir, pero aquellos que presentan síntomas neurológicos avanzados suelen tener un pronóstico reservado".
Prevención: la mejor opción
La forma más eficaz de prevenir el moquillo es mediante la vacunación. Las vacunas ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del perro y reducir las posibilidades de contagio. Es fundamental seguir el calendario de vacunación recomendado por el veterinario y evitar el contacto con animales infectados, especialmente en parques o lugares públicos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.