Definitivamente, el collar isabelino, o el “cono de la vergüenza”, no es el dispositivo favorito de los gatos ni perros, pues muy en contra de su voluntad, lo tienen que usar para evitar que se laman o muerdan heridas, operaciones o áreas irritadas en su cuerpo. Aunque es fácil comprarlo, aquí te vamos a decir cómo hacerlo en casa.
Pero antes de enseñarte a hacerlo, ¿qué es el collar isabelino?
Es un cono que se coloca alrededor del cuello del gato o perro, extendiéndose más allá de la cabeza para evitar que alcancen ciertas partes de su cuerpo. Pero, ¿de dónde surge el Isabel?
Este salió a raíz de la similitud con los collares rizados que usaban las mujeres durante el reinado de Isabel de Inglaterra.
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Haz un cono de la vergüenza en casa
Todos los materiales que uses deben ser seguros, cómodos y fáciles de manejar para que todo sea más fácil y no lastimar a tu mascota. Esto es lo que necesitas:
- Cartón o plástico flexible para que se quede la forma del cono.
- Tijeras.
- Cinta adhesiva o engrapadora.
- Cinta suave o tela para crear un borde acolchonado que evite rozar el cuello.
- Perforadora para hacer agujeros en la correa.
Hazlo paso a paso:
- Lo primero que tienes que hacer es medir el cuello de tu mascota y la distancia desde su cuello hasta la punta de su nariz. El cono debe ser lo suficientemente largo para evitar que tu mascota alcance su cuerpo, pero no tan grande que le impida comer.
- Corta el cartón o plástico en semicírculo grande. La longitud del borde recto debe ser aproximadamente tres veces la medida del cuello. Luego, corta un agujero en el centro para el cuello.
- Para formar el cono debes doblar el semicírculo para formar un cono, asegurando los bordes con cinta adhesiva o grapas. Deja el agujero del cuello suficientemente ajustado para que no se lo quite, pero un poco suelto para que no esté incómodo.
- Cubre los bordes con cinta suave o tela para que el material rígido no irrite el cuello.
- Haz dos agujeros a cada lado del cono cerca de la abertura del cuello y pasa una cinta o cuerda para ellos para atar el cono alrededor del cuello. El collar debe quedarse en su lugar.
Toma en cuenta que el collar isabelino casero no debe causarle más estrés. Debes buscar que sea ligero, ajustado y que no interfiera en los movimientos de tu mascota como comer o beber agua.
Presúmenos los resultados.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.