El mundo de las redes sociales adora tener miles de fotos de gatos y perros, son diversos los resultados que puedes encontrar y sobre todo con las varias aplicaciones de inteligencia artificial que pueden hacer que cualquier cosa sea real como los gatos con síndrome de Down. ¿Pero de verdad existen los gatos con síndrome de down? Aquí en Patas en Casa te vamos a decir por qué no debes confiar en esas imágenes de supuestos gatitos con este síndrome.
¿Los gatos pueden tener Síndrome de Down?
Definitivamente, no es posible, (pero no significa que estas imágenes que hay en internet no sean parcialmente reales), en los gatos es imposible que pueda darse dicha condición congénita y te explicamos por qué. El síndrome de Down se trata de un trastorno congénito que afecta a las personas de forma física e intelectual, esta patología surge de un defecto cromosómico; los humanos tenemos 23 pares de cromosomas en cada célula y las personas que tienen este síndrome tienen tres copias completas o parciales del par número 21.
En el caso de los gatos, a nivel celular no podría propiciarse esta condición genética porque solamente tienen 19 pares de cromosomas, lo que hace literalmente imposible la mutación del par 21 de cromosomas con las copias completas o parciales. Puede que haya ciertas similitudes con determinados comportamientos o rasgos físicos con los gatos, pero en realidad estos no pueden padecer esta condición, ya que el síndrome de Down se da únicamente en humanos.
Pese a las múltiples similitudes que comparten los humanos con los animales en las patologías y enfermedades, muchas enfermedades como el Síndrome de Down solo se desarrollan en los humanos.
Si no existen los gatos con Síndrome de Down ¿qué es entonces?
A nivel celular es físicamente imposible para los mininos desarrollar este síndrome, pero el mito de su posibilidad surge a la asociación que se le da con ciertos aspectos físicos y de comportamiento que las personas relacionan con dicha condición, por ejemplo:
- Hocicos anchos y pronunciados
- Ojos curvados hacia arriba y muy separados
- Orejas pequeñas o de aspecto poco común
- Densidad muscular baja
- Dificultades para andar
- Dificultades urinarias y para defecar
- Pérdida visual y auditiva
- Problemas cardíacos
No obstante, estos rasgos no son causados por el Síndrome de Down, son rasgos que podrían aparentar una similitud física, pero se deben a otras patologías o anomalías.
¿Qué enfermedades pueden confundirse con el síndrome de Down en los felinos?
Recordemos que el síndrome de Down es una condición genética en la cual se presentan tres cromosomas donde solo debe de haber un par de cromosomas en los humanos, pero resulta que es posible que algunos animales sufran trastornos en los cromosomas de algún tipo que desembocan en problemas y dificultades cognitivas, fisiológicas o alteraciones anatómicas. En casos -extraños y poco frecuentes- varias anomalías multigénicas en animales se combinan para que se expresen en una sintomatología que imite al síndrome de Down como el de los humanos.
- Hipoplasia cerebral: trastorno del desarrollo neurológico que afecta a las crías de los gatos, haciendo que éstas nazcan con el cerebro inmaduro, lo que puede provocar comportamientos asociados a un retraso del desarrollo del cerebro en los seres humanos.
- Polineuropatía distal: se trata de una disminución o ausencia de los reflejos y el tono muscular, así como también puede producir debilidad y en algunos casos parálisis. Esta enfermedad afecta al sistema nervioso periférico y puede provocar síntomas diversos como la debilidad y atrofia muscular, temblores, incontinencia y problemas respiratorios.
- Disautonomía felina: es una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso autónomo y provoca síntomas oculares y digestivos.
- Síndrome de Klinefelter: este síndrome se trata de una anomalía cromosómica que afecta a los gatos macho, provocando que nazca con tres cromosomas sexuales (XXY) haciéndolos también estériles. Según afirman estudios genéticos, los gatos poseen células que contienen 38 cromosomas por 46 que tienen los humanos.
Es importante resaltar que muchas veces los gatos pueden presentar anomalías físicas y de conducta que no tengan nada que ver con una patología o un trastorno genético en absoluto como los que mencionamos anteriormente. Ahora sabes que es imposible que los gatos tengan síndrome de Down porque a nivel celular no son iguales que los humanos.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.