Descubrir que tu perro ha ingerido un chicle puede ser alarmante para cualquier dueño responsable. Aunque en muchos casos puede no representar un peligro inmediato, es importante entender los riesgos potenciales y saber cómo actuar.
La ingestión de chicle por parte de un perro puede presentar varios riesgos:
Obstrucción intestinal: El chicle no se digiere y puede causar bloqueos.
Toxicidad por xilitol: Algunos chicles contienen este edulcorante, tóxico para perros.
Asfixia: Aunque es menos común, existe el riesgo de que el chicle se atore en la garganta.
Si tu perro ha ingerido chicle, sigue estos pasos:
Mantén la calma: Es importante actuar con serenidad para manejar la situación efectivamente.
Identifica el tipo de chicle: Si es posible, determina si el chicle contenía xilitol.
Evalúa la cantidad: Intenta estimar cuánto chicle ingirió tu perro.
Observa a tu perro: Busca signos de malestar, vómitos, letargo o comportamiento inusual.
Contacta a un veterinario: Incluso si tu perro parece estar bien, es aconsejable buscar orientación profesional.
La doctora Tina Wismer, directora médica del Centro de Control de Envenenamientos de Animales de la ASPCA, advierte: "El xilitol puede causar una rápida caída en los niveles de azúcar en sangre de los perros y potencialmente daño hepático. Si sospechas que tu perro ha ingerido chicle con xilitol, es crucial buscar atención veterinaria inmediata".
Tratamiento veterinario
Dependiendo de la situación, el veterinario puede recomendar:
Observación en casa
Inducción del vómito (solo bajo supervisión profesional)
Exámenes de sangre para verificar los niveles de azúcar y función hepática
Tratamiento de soporte, incluyendo fluidos intravenosos
En casos graves, hospitalización
Para evitar futuros incidentes:
Mantén los chicles fuera del alcance de tu perro
Educa a los miembros de la familia sobre los peligros
Utiliza botes de basura con tapa segura
Sé cauteloso al pasear, evitando que tu perro recoja cosas del suelo
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El doctor Jonathan Block, profesor asociado de medicina veterinaria en la Universidad de Illinois, señala: "La prevención es clave. Muchos casos de ingestión de objetos extraños, incluidos los chicles, pueden evitarse manteniendo un ambiente seguro para nuestras mascotas y supervisándolas adecuadamente".
Mantener los chicles y otros objetos potencialmente peligrosos fuera del alcance de tu mascota es la forma más efectiva de evitar sustos y posibles emergencias veterinarias. Con el cuidado adecuado y la atención a los detalles, puedes proporcionar un entorno seguro y saludable para tu compañero canino.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.