La pancreatitis en perros es una enfermedad muy grave que puede debilitar mucho al animal. Se produce por una inflamación del páncreas, que es un órgano fundamental para el equilibrio del organismo. Diarrea, vómitos, apatía y fiebre son los signos más comunes. La buena noticia es que la pancreatitis en perros es curable, y el paciente puede (¡y debe!) recibir tratamiento. También es posible prevenir la enfermedad de una forma muy sencilla: basta con no dejar ningún alimento humano al alcance de la mascota y resistir la tentación de darle a tu perro un trozo de comida sobrante.
Pero, ¿qué es la pancreatitis en perros? La pancreatitis es una inflamación del páncreas que se produce cuando se altera la producción de enzimas. Tiene diferentes causas, pero suele estar relacionada con una mala alimentación. Como consecuencia, las heces de un perro con pancreatitis tienden a ser acuosas o sanguinolentas, y también son frecuentes los vómitos. Para entender mejor la pancreatitis en perros (tratamiento, causas y síntomas), entrevistamos al veterinario y endocrinólogo Gabriel Mora, que trabaja en la Clínica Vet Popular.
¿Qué causa la pancreatitis en perros?
GM: La pancreatitis en perros puede ser adquirida por varias razones. Por ejemplo, la alta ingesta de carbohidratos y grasas, es decir, en ese día en que su mascota invadió la cocina y comió un montón de comida sin control hay un mayor riesgo de desarrollar inflamación en el páncreas del perro. Vale la pena recordar que el páncreas, además de producir insulina, una hormona importante para mantener la glucosa en la sangre, también libera algunas enzimas en el intestino para la digestión de los alimentos. Cuando hay una ingesta elevada de grasas, por ejemplo, el páncreas tiene que trabajar más para hacer frente a la digestión. Esto genera tanto estrés que se inflama, causando la famosa pancreatitis en perros.
Otras causas pueden estar relacionadas con enfermedades sistémicas crónicas, como los trastornos hormonales, especialmente la diabetes mellitus (una enfermedad que no permite al páncreas del perro producir insulina) y el hiperadrenocorticismo (una enfermedad que libera un exceso de cortisol, la hormona del estrés, en la circulación).
¿Cuáles son los síntomas de la pancreatitis en perros?
GM: Los síntomas más comunes de la pancreatitis en perros son:
- Dolor abdominal (especialmente en casos de pancreatitis aguda en perros);
- Ofegancia (debido al dolor, el animal respira muy rápido);
- Postura de rezo (el animal baja las patas delanteras y mantiene las traseras levantadas, pareciendo que está rezando – esta señal es para aliviar el dolor abdominal);
- Fiebre;
- Diarrea y vómitos del perro;
- Falta de apetito;
- Aumento o disminución de la ingesta de agua.
¿Cómo se diagnostica la pancreatitis? ¿Qué análisis hay que realizar al perro?
GM: El diagnóstico de la pancreatitis en perros puede iniciarse con la sospecha clínica de molestias abdominales. El profesional veterinario solicitará análisis de sangre específicos para valorar la funcionalidad del páncreas del perro y solicitará una ecografía abdominal – en este examen podrá valorar la inflamación pancreática, que puede mostrar algunas estructuras anatómicas alteradas. El chequeo sanguíneo completo también es importante, ya que si la pancreatitis en perros es consecuencia de una enfermedad crónica, es necesario diagnosticarla y tratarla para mejorar el funcionamiento del páncreas.
¿Cómo es el tratamiento del perro enfermo? ¿Cuánto dura una pancreatitis?
GM: En la pancreatitis en perros, el tratamiento de elección siempre será la hospitalización. Sobre todo si está causando todos los signos clínicos, como en el caso de un animal con diarrea y vómitos. El perro con pancreatitis necesita recibir fluidoterapia a tiempo completo (algo que ayuda mucho a eliminar la inflamación pancreática y permitir que los medicamentos hagan efecto); recibir analgésicos para el dolor, con inyecciones cada 6 u 8 horas o de forma continuada si el dolor es muy intenso; y antibióticos para mejorar el funcionamiento del páncreas del perro y estabilizar las bacterias intestinales. Si se observan vómitos y diarrea, el paciente debe tomar medicación y recibir una dieta baja en grasas.
¿Sigue necesitando el animal cuidados específicos una vez finalizado el tratamiento de la pancreatitis?
GM: Una vez que el perro con pancreatitis ha estabilizado el dolor y el páncreas se haya recuperado, puede volver a casa. La duración de la hospitalización es muy relativa, dependerá del tiempo que el animal haya tenido la inflamación, de los alimentos que haya ingerido o del tipo de enfermedad que haya podido causar la pancreatitis, si la hubiera. Hay animales que pueden estar estables con dos días de hospitalización. En los casos más graves de pancreatitis en perros, puede ser necesario que la mascota permanezca siete días o más.
Cuando el animal se va a casa, incluso con la mejoría de la pancreatitis, es necesario continuar el tratamiento con medicamentos. Deberá seguir tomando los antibióticos que empezó a tomar durante la hospitalización, analgésicos, medicamentos que controlan los vómitos y alimentos específicos para después de la hospitalización. Es importante evitar las alternativas naturales, como los remedios caseros para la pancreatitis en perros, y seguir los consejos del veterinario.
¿Puede un perro con pancreatitis mantener contacto con otros animales?
GM: En el caso de la pancreatitis, los perros pueden mantener contacto con otros animales sin problemas, ya que no es un proceso patológico infeccioso. Pero recuerde que si el animal que tuvo pancreatitis comió un alimento prohibido, el otro animal también puede haber tenido este contacto. Así que hay que vigilarlo para evitar que el otro animal también desarrolle la misma patología, ya que la pancreatitis en perros puede matar si no se trata a tiempo.
¿Cómo prevenir la pancreatitis en perros?
GM: Para prevenir la pancreatitis en perros, el propietario debe tener siempre en cuenta que los alimentos grasos pueden ser la causa principal de la enfermedad. También es necesario tener cuidado con lo que el perro puede y no puede comer. Las revisiones periódicas (preferiblemente cada 6 meses) previenen enfermedades crónicas como la diabetes y el hiperadrenocorticismo, que en algún momento pueden desarrollar pancreatitis al provocar una sobreproducción del páncreas del perro. Una buena alimentación y el control del organismo con una visita al veterinario pueden proporcionar a tu mascota una mejor calidad de vida y un diagnóstico precoz.
