Aunque la otitis es una enfermedad mucho más común en los perros, los gatos no están libres de este tipo de problema. Nuestros amigos felinos pueden tener otitis externa y otitis interna y hay varios factores que la provocan. Los síntomas son específicos: sacudidas de cabeza, picor en la zona, olor desagradable e incluso heridas. Por eso es importante estar atento y llevar a la mascota al veterinario en cuanto se noten los signos de la enfermedad. A continuación más información sobre la otitis en gatos, síntomas, tratamiento y qué puedes hacer para prevenirla.
¿Qué es la otitis? Más información sobre este problema tan incómodo para los gatitos
La otitis es una inflamación que se produce en el oído interno de los animales. Se divide en tres niveles – externo, medio e interno – y puede presentarse de dos formas: parasitaria o infecciosa. En caso de otitis, el gato debe recibir tratamiento inmediato, ya que no es habitual que los gatos tengan este problema. Los niveles de otitis se definen así:
- Otitis externa
Esta inflamación se produce en el oído externo. No se trata de la oreja, sino de la parte del oído situada antes del tímpano que se encarga de hacer pasar el sonido. Este nivel de otitis se considera el más fácil de tratar, ya que se produce con más frecuencia en los animales domésticos. Esta inflamación se divide en otitis aguda y otitis crónica. El primer caso se produce de forma esporádica, mientras que el segundo suele darse con más frecuencia.
- Otitis media
La otitis media es una complicación de la otitis externa que está causada por una inflamación del oído medio, situado detrás del tímpano en el oído del gatito, y se produce cuando hay una rotura de la membrana del tímpano. La inflamación puede ser muy angustiosa para el felino y requiere un tratamiento más específico.
- Otitis interna
La otitis interna es el peor nivel de otitis en los gatos. Se produce por una complicación de la otitis media o por algún trauma que haya sufrido el gato. En este caso, se produce una inflamación en el oído interno, donde se encuentran casi todos los huesos de la oreja y el nervio auditivo, que es el encargado de llevar toda la información que llega a través del oído del gatito hasta el cerebro. Con una inflamación en el oído interno, el gato acaba sufriendo mucho más que los otros niveles de otitis y necesita un tratamiento más intenso.
La otitis en los gatos se presenta en dos formas: parasitaria e infecciosa.
El felino puede presentar dos niveles de otitis, y cada uno requiere una forma de tratamiento y prevención. Son las siguientes:
- Otitis primaria o parasitária
Este tipo de otitis está causada por ácaros, que son pequeños parásitos de la familia de las garrapatas. En esta forma de otitis en gatos, el minino presenta un exceso de cera oscura en el borde de la oreja y en el oído externo, además de mal olor en la zona. El felino también puede rascarse demasiado la zona con las patas, intentando aliviar las molestias causadas por los arácnidos, y acabar lastimándose aún más el oído.
- Otitis secundaria o infecciosa
Este tipo de otitis se presenta por bacterias y generalmente se debe a la humedad: el oído ha recibido agua, pero no se ha secado inmediatamente y ha generado un hongo en la zona. Puede ir acompañada de heridas, sangrado o pus. Como molesta mucho al gato, es normal la reacción de rascarse la oreja con la pata. Es importante llevar al animal al veterinario en cuanto se note la otitis secundaria, porque puede dañar rápidamente la zona afectada y evolucionar hacia la pérdida total o parcial de la audición del gatito.
¿Cuáles son las causas de la otitis?
Hay muchas razones por las que un gato puede padecer de otitis. Uno de los principales motivos es la higiene. Es importante mantener una limpieza regular del oído del gatito, sobre todo si éste se cría suelto y no permanece todo el día dentro de casa. Otro punto importante es mantener seca la región del oído y evitar la entrada de agua, para no favorecer la proliferación de hongos y bacterias.
La otitis en los gatos también puede desarrollarse tras un trauma (una situación de gran miedo o pérdida), un accidente o incluso una agresión. La entrada de cuerpos extraños en el oído, como ramitas u hojas, también favorece la aparición de la enfermedad. Por último, las enfermedades que afectan a la inmunidad del animal, como el VIF, el VLF y el PIF, también pueden provocar que el felino tenga otitis.
Redacción: Julia Cruz