La fiebre en los gatos puede ser un síntoma asociado a varias afecciones. Al igual que los humanos, los gatos también están sujetos a este malestar que eleva la temperatura corporal. La diferencia es que, en el caso de las mascotas, es un poco más difícil identificar cuándo tienen fiebre. Los gatos tardan mucho en mostrar cuando tienen algún tipo de malestar e incluso pueden aislarse en algún lugar de la casa.
Por eso, ¡es muy importante estar siempre atento al comportamiento de tu minino! Hablamos con Estela Pazos, veterinaria especializada en medicina felina, para entender mejor los factores que implican la aparición de fiebre en los gatos.
Fiebre en gatos: ¿cómo reconocer que su gatito tiene la temperatura corporal aumentada?
Identificar fiebre en gatos requiere mucha atención por parte del tutor. "El gato tiene tendencia a esconder el dolor o disimular el malestar. Muchas veces, cuando el gato muestra que no está bien, ya tiene algo más avanzado", explica la Dra. Estela.
Por lo tanto, no espere señales muy evidentes de que algo diferente está ocurriendo en el organismo de su mascota. Es fundamental observar cualquier cambio en el comportamiento del animal, como esconderse en lugares diferentes o dormir más de lo habitual. “Generalmente, al tacto es posible sentir que el gato está un poco más caliente. También deja de alimentarse, esta es una señal muy característica de que el gato no se siente bien”, advierte la especialista.
La médica veterinaria todavía añade que el gato se muestra angustiado y decaído. “El gato tiene una mirada más triste”, aclara. Además, la respiración acelerada y la nariz, las orejas y las patas rojizas también pueden indicar fiebre. Sin embargo, recuerde: estas señales son posibles síntomas de varios otros problemas de salud. En caso de que su mascota presente alguna de estas características, lo más seguro es pedir cita con un especialista.
Cómo saber si tu gato tiene fiebre tomándole la temperatura: ¡acuda al veterinario!
La temperatura corporal de los gatos puede alcanzar hasta 39,5 grados sin que se considere fiebre. ¡Esto puede confundirle mucho durante un intento de diagnóstico casero! Una persona sin educación médica podría tener la falsa impresión de hipertermia al tocar a un gato, después de todo, la temperatura corporal de los humanos es naturalmente más baja. Según la Dra. Estela, se recomienda que este proceso de identificación de la fiebre se realice en la consulta de un veterinario.
La forma correcta de medir la temperatura de los gatos es rectal, introduciendo el termómetro de forma que toque la pared del recto. El procedimiento debe realizarlo un profesional especializado para que no haya riesgo de lesiones en la mascota. "Hay que llevarlo al veterinario, para que busque la causa de la elevación de la temperatura y decida si es necesario medicarlo. De nada sirve dar un medicamento para bajar esa temperatura sin tratar la causa", aclara la especialista.
Posibles causas de la fiebre en los gatos
La fiebre en los gatos puede deberse a numerosos motivos, como infecciones (por virus o bacterias), gripe, alergias a determinados medicamentos, lesiones traumáticas e incluso cáncer. Otros factores más sencillos, como un exceso de ejercicio o un clima muy caluroso, también pueden provocar un aumento de la temperatura corporal de su mascota.
"En los gatos, existe una fiebre que se denomina "fiebre de origen desconocido". No sabemos exactamente por qué se produce, a veces no podemos asociarla a una invasión de virus o bacterias. Esta fiebre puede pasar sin poder descubrir la causa, es una situación común en la especie felina", comenta la doctora Estela Pazos. "Todas las enfermedades relacionadas con algún agente invasor, como un virus, pueden causar la fiebre. Para cada virus, tenemos un tipo de tratamiento", añade.
Fiebre en gatos: ¿cómo proceder para que mejore? ¡Aprende a tratarlo!
Así que, como ya te habrás dado cuenta, la fiebre en los gatos puede estar causada por varios factores. Por lo tanto, es necesario identificar exactamente cuál es el agente que causa el síntoma para tratar el problema directamente por la raíz. Después de todo, un medicamento para disminuir la temperatura corporal del gato puede no ser suficiente para proteger al animal de posibles enfermedades que causan la fiebre.
"Es algo muy común en la rutina clínica. La gente sigue esperando una mejoría y el gato acaba debilitándose demasiado. Acaba teniendo otros problemas derivados de algo que podría haberse solucionado desde el principio", explica la médica veterinaria. La profesional aconseja que busques un profesional que, preferiblemente, ya conozca el historial de tu gato. De esa forma, el especialista sabrá orientarte sobre qué hacer. "Ese veterinario sólo puede observar durante algunas horas o llevar a consulta para evaluar lo que está ocurriendo", recomienda.
Mi gato tiene fiebre, ¿debo preocuparme?
Siempre es mejor precaverse, ¿verdad? Para evitar cualquier complicación, el consejo de la doctora Estela es que acudas al médico: “Siempre creo que es importante preocuparse, porque la fiebre es un síntoma del organismo. El organismo puede ser capaz de tratar (la fiebre) por sí solo, pero el sistema inmunitario no siempre está preparado para resolver el problema”. Por lo tanto, no dudes en pecar por exceso y no arriesgues la salud de tu gatito. ¡Los cuidados nunca son demasiados!
Redacción: Dóris Marinho