Existen algunos comportamientos caninos que pueden intrigar a los tutores y preocuparlos, como en el caso del perro que corre atrás de su cola. Por otro lado, los perros que presentan dificultades de desarrollo o tienen actitudes disfuncionales en el día a día también nos ponen en alerta. Es cuando surge la pregunta: ¿el perro puede tener autismo?
La relación entre animales y el Trastorno del Espectro Autista (TEA) está mucho más dirigida a la terapia asistida por animales: un abordaje complementario de la medicina para pacientes humanos diagnosticados con el trastorno. Entre los objetivos de este tipo de tratamiento, los animales pueden ayudar a mejorar la comunicación y a aliviar comportamientos repetitivos, promoviendo el bienestar físico, social, emocional y cognitivo del paciente.
¿El perro puede ser autista?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta el desarrollo neurológico del individuo, comprometiendo su comportamiento social. Algunas personas creen que el perro puede ser autista debido a comportamientos que se parecen a los de personas que están dentro del espectro, como la manifestación de comportamientos repetitivos. Un ejemplo es el del perro que se lame la pata sin parar, un hábito considerado "normal" entre los perros. Es importante entender, ante todo, que el desarrollo cerebral de los perros es muy diferente al de los humanos, y es muy probable que el origen de las conductas disfuncionales tenga que ver con la crianza del animal, y no con la presencia de trastorno. Hasta ahora, no existe ningún respaldo científico que compruebe la existencia de perro con autismo.
Autismo en perro: investigación desvenda si es posible
El estudio titulado “Regiones genómicas asociadas a la comunicación interespecies en perros contienen genes relacionados a disturbios sociales humanos”, realizado por investigadores de la Universidad de Linköping, en Suecia, observó el comportamiento de perros de la raza Beagle al intentar abrir un pote hermético con bocaditos para perro en su interior. La gran mayoría buscó ayuda de humanos que estaban en el lugar de la prueba, mientras otros intentaron abrirlo solos, sin esbozar ninguna reacción para la persona.
Después del experimento, se identificaron regiones del genoma de los perros, llamado genes de sociabilidad, que es parecido al de los humanos. Lo curioso es que la variación en estos genes ejerce influencia en disturbios como el TDAH y el autismo en personas, pero eso no quiere decir que el perro tiene autismo. O sea, aunque estos genes sean parecidos entre sí, el autismo en perro todavía no está comprobado.
¿El perro tiene autismo? Síntomas pueden ser de otra condición
Si no existe ninguna investigación que compruebe la relación entre perro y autismo, ¿cómo se explican ciertos comportamientos parecidos a aquellos que caracterizan el autismo? En verdad, los síntomas que se parecen al trastorno los causan factores ambientales que influyen en el comportamiento canino. Pueden indicar problemas en la salud del perro pero también pueden no significar nada. Eso porque algunos de los comportamientos que se confunden con el autismo son súper comunes de la especie, y no siempre tienen un problema de origen. Mira las principales señales que pueden confundirse con el autismo en perro:
- Comportamiento repetitivo: ¿la mascota anda corriendo atrás de su cola, se rasca excesivamente o se lame la pata sin parar? ¡Cuidado! Estos son algunos de los comportamientos del perro que, en verdad, son un pedido de ayuda. Aunque los comportamientos repetitivos sean un síntoma común del espectro en humanos, en los perros esta actitud puede tener relación con una serie de factores, como tedio, depresión y ansiedad en perros, pododermatitis e, incluso, parásitos, como pulgas y garrapatas.
- Apatía: ¿observaste a tu perro triste y quieto? ¿No quiere interactuar ni jugar? Existen algunos motivos por detrás de este comportamiento. La apatía es uno de los principales síntomas de la enfermedad de la garrapata, pero también puede estar relacionada con la ansiedad de separación de perro.
- Falta de interés: un perro feliz siempre busca jugar, buenos bocaditos y la atención de sus tutores. Si la mascota muestra falta de interés en estas actividades, tal vez esté necesitando algunos estímulos para animarse. El enriquecimiento ambiental para perros es muy recomendado para entusiasmar a la mascota, animarla y dejarla bien predispuesta.
- Emociones ampliadas: un perro que tiene miedo excesivo de salir de casa o que se pone extremadamente agresivo en presencia de otras personas, puede tener que ver con las experiencias negativas que vivió en el pasado. Por eso, es importante saber cómo socializar perros desde temprano, para evitar influencias negativas en el comportamiento de la mascota.
¿Cómo tratar un perro “autista”?
Definir cómo tratar un perro autista es contradictorio, ya que no se puede diagnosticar un perro en el espectro. Lo que se puede hacer es descubrir qué está por detrás de estos comportamientos para tratarlos correctamente. La manera más eficaz y segura de ayudar al peludo es empezar por una consulta con un médico veterinario, que va a examinar al peludo y excluirá problemas en la salud animal. Además, para revertir comportamientos que pueden ser incómodos para el peludo, son indispensables un comportamentalista y un adiestrador.