Chaparritos, arrugados y rellenitos, como se vean, pero amamos a nuestros lomitos. Todos ubicamos que los bulldogs comparten las características anteriores, sin embargo, los dueños de estos perritos son los que se saben de pies a cabeza qué diferencia a un Bulldog Francés de un Bulldog Inglés.
Cada raza de perritos tiene sus características específicas, y es esencial conocerlas para poder darles los mejores cuidados y atención a nuestros mejores amigos. Hoy te vamos a contar sobre las diferencias entre estos dos, junto con todo lo que necesitas saber por si estás buscando adoptar un cachorro de esta raza.
Bulldog Inglés
Estos cachorros, como su nombre lo dice, vienen de Reino Unido y probablemente sea el más conocido de todas las razas. Una de sus grandes características es su cara amigable y cachetona, tienen un cuerpo llenito por lo que suelen superar los 25 kilos de peso. Estos cachorros se consideran de talla mediana, aunque tengan un peso considerable, su tamaño promedio es de 40 centímetros por lo menos.
Un Bulldog inglés es ideal para estar en compañía con pequeños en la casa, ya que pese a su musculatura y lo robustos que pueden llegar a ser, su personalidad es juguetona, divertida, dulce y bastante curiosa por su habilidad de quedarse dormido casi en cualquier lugar de tu hogar. Este es de los perritos más tranquilos que vas a poder adoptar.
Bulldog francés
Como su nombre nos da la pista, este perro acompañó a la alta sociedad francesa desde el siglo XIX. Este primo cercano de nuestro cachorro anterior tiene un rasgo muy particular que te ayudará a diferenciar uno del otro; sus orejitas paradas, también conocidas como orejas de murciélago, que los hacen parecer siempre sorprendidos y atentos. El bulldog francés tiene un parecido a la raza Boston Terrier, pero la gran diferencia es que como el bulldog inglés: son robustos, musculosos y regordetes. Su cara es una combinación entre un Pug y su pariente cercano de Reino Unido.
Un bulldog francés es ligeramente más pequeño que el inglés; mide de 25 a 30 centímetros y puede llegar a pesar 14 kilos, lo que lo hace perfecto para espacios reducidos. Su personalidad es muy alegre, extrovertido, leal y ciertamente un poco escandaloso, rasgo que va de la mano con su alegría. Por lo extrovertido que llega a ser, es el perro amigo de todos los niños, adultos y otros cachorros; es increíblemente cariñoso y se adaptará muy bien a los pequeños de la casa.
Si vas a adoptar un cachorro bulldog, considera lo siguiente:
- Ambos suelen tener problemas respiratorios.
- El bulldog inglés es propenso a problemas estomacales y golpes de calor.
- El bulldog francés también puede sufrir por golpes de calor, pero goza de menos complicaciones.
- Ambas razas son regordetas, pero el bulldog inglés suele ser más relleno por ser un perro al que no le encanta el ejercicio, lo que eventualmente podría llevarlo a desarrollar problemas óseos o cardíacos.
- Mientras que el bulldog francés, por lo juguetón y sociable que es, mantiene su condición física rellenita pero sin exagerar.
- Por último, pero no menos importante, es indispensable que las orejas del bulldog francés estén siempre limpias porque suelen acumular suciedad. El inglés sufre por los múltiples pliegues que tienen en su cara y cuerpo, ya que aquí pueden mantener humedad y bacterias que pueden ocasionar infecciones, hongos o mal olor.
Ambas razas son sumamente leales, cariñosas y tiernas. ¡No te vas a arrepentir de ninguno de los dos!