No es muy difícil percibir cuando algo no está bien en la salud del perro. Generalmente, el mismo animal da indicios de eso, más aún si es en la región genital: tiende a lamer esta área de forma exagerada, mostrando que hay algo que le molesta. Pero, además, también es posible percibir que, en algunos casos, el perro libera una secreción por el pene, lo que suele preocupar mucho a los tutores. ¿Es una situación normal o puede ser señal de enfermedad? Entrevistamos a la médica veterinaria Anna Carolina Tinti, del Hospital Vet Popular, para entender qué significa eso y cuándo el tutor debe preocuparse por la posibilidad de alguna enfermedad, como la balanopostitis canina.
La secreción puede ser esmegma canino, que es una condición normal
Al contrario de lo que se piensa, no siempre el líquido que sale del pene del perro es motivo de preocupación. Según la médica, el perro con secreción de coloración amarillenta y/o discretamente verdosa, sin olor o lesiones locales en el pene, es una situación común, y que ocurre principalmente por cuestiones fisiológicas. “Esta secreción se llama esmegma canino y es una condición fisiológica que ocurre debido al acúmulo de restos celulares y suciedad en los órganos sexuales del perro, pero no indica ninguna enfermedad”, explica.
La secreción en el pene del perro puede indicar infecciones, como la balanopostitis canina
A pesar de que el esmegma canino se considere algo totalmente normal en la rutina de los perros, es bueno estar atento a cualquier aspecto diferente, pues algunas secreciones sí pueden indicar cuadros infecciosos. “El perro con secreción de coloración amarronada o rojiza que indica la presencia de sangre, o incluso con olor fétido, puede indicar infecciones en el órgano genital del perro y debe ser examinado por un médico veterinario”, orienta Anna.
Para saber cómo distinguir el esmegma canino de posibles infecciones, la sugerencia es simple: basta observar la coloración y si hay alguna alteración en el pene del perro. Según la profesional, si el área está hinchada, con sensibilidad dolorosa y/o presenta secreción de coloración anormal, el animal debe ser examinado cuanto antes. Uno de los principales cuadros que pueden suceder, incluso, es la balanopostitis canina, que generalmente es causada por el herpesvirus canino, bacterias, traumas o se debe a la presencia de un cuerpo extraño en el pene del perro.
Balanopostitis: el perro presenta secreción purulenta, pero puede tener otros síntomas
La veterinaria alerta que uno de los principales síntomas de la balanopostitis canina, además de la secreción purulenta, es la hinchazón y el color rojizo de la región del pene debido al proceso inflamatorio e infeccioso. “El animal se siente muy incómodo y lame constantemente el lugar. También puede presentar fiebre y sangramiento en la región del pene, además de la aparición de úlceras locales”, destaca. Además, vale aclarar que este es un cuadro que puede aparecer en perros machos de cualquier edad, pero, según la médica, es más común en el perro mayor que no fue castrado.
La balanopostitis en perro: el tratamiento precisa ser prescripto por un veterinario
Si tienes la mínima sospecha de inflamación o infección en el pene del perro, no dejes de consultar a un veterinario. El tratamiento debe ser realizado con remedio para la balanopostitis canina o para la enfermedad en cuestión, que debe tener el diagnóstico confirmado por el veterinario. “El tratamiento se realiza con antinflamatorios y antibióticos”, cuenta Anna Carolina.
De todas formas, vale destacar que el uso de cualquier tipo de medicamento siempre debe estar supervisado por un profesional, ya sea un antibiótico para la balanopostitis en perro o cualquier otro remedio. Nada de medicar a tu mascota por tu cuenta, ¿ok? Muchas personas buscan rápidamente en internet “balanopostitis perro tratamiento casero” como si esta fuera la mejor alternativa, pero en verdad sólo el veterinario de tu mascota podrá indicar la mejor solución.
Además, la higienización correcta de la región del pene del perro también forma parte del tratamiento: “Se orienta la limpieza local con medicamentos antisépticos y pomadas cicatrizantes. Es importante descartar si hay alguna causa primaria, como tumores o abscesos y, de este modo, definir el protocolo de tratamiento necesario para cada caso”, explica la profesional.
Redacción: Juliana Melo