Los perros, como cualquier otro ser vivo, también experimentan emociones, y a veces pueden mostrar señales de enojo o agresividad. Aunque puede ser difícil ver a una mascota enojada o alterada, es importante saber cómo manejar estas situaciones sin empeorar el comportamiento del animal. Aquí te explicamos algunas de las acciones que debes evitar cuando un perro está enojado y los motivos detrás de estas recomendaciones.
No lo castigues ni uses la fuerza física
Uno de los errores más comunes es castigar físicamente a un perro cuando está enojado, lo cual puede intensificar su agresividad y empeorar su estado emocional. Según el doctor en comportamiento animal Juan Hernández, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “castigar físicamente a un perro en un momento de enojo puede hacer que asocie la situación con una amenaza, lo que aumenta su nivel de estrés y puede llevarlo a reaccionar de forma más violenta”. Los perros no entienden el castigo de la misma manera que los humanos, y en lugar de aprender a comportarse, pueden sentirse amenazados y responder con más agresión.
Además, cuando un perro recibe castigos físicos, puede asociar a la persona o a la situación en particular con una experiencia negativa, lo que dificulta la construcción de una relación de confianza. Es mucho más efectivo esperar a que el animal se calme antes de intentar cualquier tipo de corrección o enseñanza.
No lo encierres ni lo aísles de inmediato
Encerrar o aislar a un perro enojado puede parecer una solución rápida, pero este enfoque puede aumentar su nivel de estrés y hacer que su frustración crezca. Los perros son animales sociales, y cuando se sienten atrapados o solos, su ansiedad puede intensificarse, especialmente si están experimentando emociones fuertes como el enojo. En lugar de encerrarlo, intenta alejarte con calma para darle espacio y tiempo para tranquilizarse.
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El doctor en veterinaria Andrés Castillo, de la Universidad de California, sugiere que “el aislamiento inmediato puede empeorar la ansiedad del perro, especialmente si se le aleja de una situación sin permitirle entender qué está sucediendo”. Al darle tiempo para calmarse en un ambiente seguro y tranquilo, le estás ayudando a relajarse y a regular sus emociones.
No lo ignores si muestra señales de estrés
Otra reacción equivocada es ignorar completamente al perro cuando muestra signos de enojo o frustración. Aunque es importante darle su espacio, también es esencial prestar atención a las señales de estrés que puede estar manifestando, como gruñidos, ladridos o incluso el evitar contacto visual. Ignorar estas señales puede llevar a que el perro sienta que no tiene forma de expresar sus emociones de manera saludable.
En lugar de ignorarlo por completo, observa su comportamiento desde una distancia segura. Esto te permitirá entender qué le está causando el enojo y cómo podrías ayudarlo a calmarse sin poner en riesgo la seguridad de ambos.
No lo forces a interactuar o a seguir órdenes
Forzar a un perro enojado a interactuar, ya sea con personas u otros animales, o intentar obligarlo a obedecer órdenes puede desencadenar una respuesta agresiva. En estos momentos, el perro está en un estado emocional alterado y no puede procesar ni seguir órdenes de forma efectiva. Forzarlo solo aumentará su incomodidad y puede llevarlo a reaccionar de forma agresiva.
Dale su espacio y actúa con calma
La mejor manera de responder ante un perro enojado es permitirle un espacio seguro donde pueda calmarse por sí mismo. Mantente tranquilo, evita movimientos bruscos, y dale el tiempo que necesite para relajarse. Una vez que esté más tranquilo, puedes evaluar las causas de su enojo y pensar en maneras de evitar esa situación en el futuro.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.