Las infecciones urinarias en gatos son una preocupación común para los dueños de mascotas. Si no se tratan a tiempo, estas infecciones pueden derivar en problemas de salud graves. Reconocer los síntomas de una infección urinaria en tu gato es crucial para garantizar su bienestar.
Síntomas comunes de una infección urinaria en gatos
Uno de los primeros signos de una infección urinaria en gatos es un cambio en sus hábitos de micción. Si tu gato comienza a orinar fuera de su caja de arena o lo hace con más frecuencia de lo habitual, podría ser una señal de alarma. La doctora Jane Brunt, veterinaria especializada en felinos, señala que “los gatos con infecciones urinarias a menudo muestran signos de incomodidad al orinar, como maullidos o llantos, lo que indica que están experimentando dolor o malestar”.
Además de los cambios en la frecuencia y ubicación de la micción, también es importante observar la cantidad de orina que produce tu gato. Si notas que está orinando menos de lo normal o si su orina contiene sangre, esto podría ser un indicador claro de una infección. La sangre en la orina, conocida como hematuria, es un síntoma que nunca debe ser ignorado.
Cambios en el comportamiento
Otra señal de que tu gato podría estar sufriendo una infección urinaria es un cambio en su comportamiento. Los gatos afectados a menudo se vuelven más irritables o, por el contrario, más retraídos. También pueden pasar más tiempo lamiéndose la zona genital en un intento de aliviar el dolor o la incomodidad. La Universidad de Cornell sugiere que estos cambios, junto con una pérdida de apetito o un aumento en el consumo de agua, son signos importantes a considerar.
Te podría interesar: La orina de gatos es peligrosa para los humanos, ¿mito o realidad?
Factores de riesgo y prevención
Los gatos mayores y aquellos que tienen sobrepeso son más propensos a desarrollar infecciones urinarias. Además, una dieta inadecuada puede aumentar el riesgo. Es fundamental proporcionar a tu gato una alimentación balanceada y asegurarse de que tenga acceso a agua fresca en todo momento. Los alimentos húmedos pueden ser beneficiosos para aumentar la ingesta de líquidos y reducir la concentración de la orina, lo que ayuda a prevenir la formación de cristales y la aparición de infecciones.
Diagnóstico y tratamiento
Si sospechas que tu gato tiene una infección urinaria, es esencial llevarlo al veterinario lo antes posible. El diagnóstico suele implicar un análisis de orina para detectar la presencia de bacterias, cristales o sangre. El tratamiento generalmente incluye antibióticos para combatir la infección y, en algunos casos, cambios en la dieta o medicamentos adicionales para prevenir futuras infecciones.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.