Un perro regurgitando es muy frecuente de ver, incluso que termine vomitando y aunque a veces podría ser solo saliva, cuando observamos ciertas características como colores, sangre, coágulos o cuerpos extraños solemos alarmarnos bastante. Antes de alarmarte, primero échale un vistazo rápido a lo que el color del vómito de tu perro podría indicar, pero recuerda que siempre debes acudir a un veterinario para descartar cualquier otra anomalía o síntoma que indique algo severo.
¿Por qué es importante poner atención a la coloración del vómito de los perros?
Identificar el color del vómito de los perros puede ser la clave para comprender su salud y tener una idea de cómo atenderle. Los vómitos son molestias frecuentes que se pueden presentar por múltiples causas, aunque en general ocurren después de un cambio de alimentación o modificación de su dieta; por ingerir alimentos de la basura; por comer y atragantarse o por una gastroenteritis moderada.
Dime el color de vómito de tu perro y te diré lo que podría ser
- Café o marrón: un vómito con coloraciones marrones podría indicar indigestión, dificultades gastrointestinales y una reacción por coprofagia, es decir, que coma heces. El color marrón se da por la comida regurgitada del esófago que no logró llegar al estómago para ser digerida y procesada. Vómitos frecuentes de esta coloración indican que el perro no masticó su comida, traga mucho aire y masticó muy rápido.
- Rojo o rosado: un vómito rojizo podría indicar traumatismo, gastritis, problemas respiratorios o ingesta de veneno. Cuando se trata de vómito rojo o rosado se debe de tomar en serio. La sangre por sí sola provoca náuseas en el perro, si esta se acumula en el tracto gastrointestinal superior provocará el vómito; considera que si existe la presencia de coágulos de sangre fresca o marrón de sangre oxidada, puede indicar sangrado en el estómago o intestino delgado. El sangrado como tal puede ser resultado de una úlcera, tumor, falta de coagulación o veneno para ratas ingerido. En dicho caso recomendamos acudir de inmediato al veterinario.
- Amarillo: podría estar ocasionado por acidez estomacal, reflujo biliar, enfermedades epáticas, golpe de calor o efectos secundarios de algún medicamento. Los perros producen una sustancia amarillenta llamada bilis, la cual se produce en el hígado, se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino delgado-; es probable que se produzca un reflujo duodenal, de manera que la bilis terminará entrando en el estómago provocando irritación en el intestino y vómito.
- Verde: el vomito color verdoso puede ser provocado también por reflujo biliar, gastritis y el consumo de pasto. Recuerda que si comen pasto regularmente, existe la posibilidad de que ingieran más pesticidas y parásitos. Si los vómitos son ocasionales, asegúrate de que tu perro esté bien hidratado, que no ingiera pasto o cantidades de comida muy grandes y menos en poco tiempo.
- Blanco o espumoso: probablemente sea el más común el vómito espumoso o de coloración blanquecina. Esto podría indicar indigestión, exceso de ejercicio o torsión gástrica. Este color puede ser causado por una acumulación de ácido estomacal. La apariencia espumosa puede deberse a que el vómito entra en contacto con el aire o se derrama en el estómago antes de que ocurra el vómito. Este vómito puede presentarse cuando un perro bebe mientras siente náuseas y ni siquiera puede retener el agua.
¿Qué hacer si mi perro vomita?
La detección temprana de los síntomas es importante, los vómitos pueden ser indicadores de algo importante. Si tu perro vomita más de una vez al día, sin interrupción o durante más de 24 horas, debes acudir al veterinario para que le asigne un tratamiento adecuado, se le realicen los chequeos necesarios, y prevenir cualquier enfermedad a tiempo.